La naturalidad de Yolanda Díaz en el Vaticano llama la atención: "Soy gallega", "graciñas", "un biquiño"

Yolanda Díaz estuvo con el papa Francisco este sábado en el Vaticano. // EFE
photo_camera Yolanda Díaz estuvo con el papa Francisco este sábado en el Vaticano. // EFE

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acudió este sábado a su audiencia con el papa Francisco. Una reunión que se prolongó 40 minutos en la Santa Sede. Allí, ambos conversaron sobre la reforma laboral en España o la importancia de erradicar con la pobreza y los empleos precarios. El papa y Díaz compartieron muchos puntos de vista. En su visita, la gallega le entregó un edición de 'Follas novas', de Rosalía de Castro, uno de los libros más representativos de la literatura gallega, comunidad hermanada por la inmigración con los argentinos, paisanos de Francisco.

En cualquier caso, el motivo de la reunión o los agasajos no fueron lo único que captó la atención de su visita al palacio apostólico. En la Plaza de San Pedro del Vaticano, ese gran espacio circular que da entrada al palacio, Díaz mostró su cara más espontánea con los medios de comunicación allí presentes y una pareja de españoles que la habían reconocido y educadamente se paró a saludar. El comportamiento de la política se hizo viral en redes sociales. "Habré visto este vídeo diez veces y no se me quita la sonrisa", escribió alguno.

 

¿Por qué? Pese al frío que hacía el sábado en Roma, un fotógrafo pidió a Díaz si podía sacarse el abrigo para hacer unas fotos delante del Vaticano. Algunos de sus acompañantes le recomendaron que no lo hiciera porque la temperatura no era muy agradable, sin embargo, la vicepresidente accedió. "Yo hago lo que me manden, soy gallega", dijo con una sonrisa.

Acto seguido, en medio de la sesión fotográfica, Díaz recibió el saludo de una pareja españoles venidos de San Sebastián. "¡Hola, ¿de dónde sois?", preguntó antes la ministra. "Nos encanta el trabajo que haces", le espetó el varón, a lo que la ferrolana respondió de una manera muy gallega: "Graciñas, graciñas, me dais mucho ánimo". Los turistas no dudaron en cuestionarle a qué se debía su visita al Vaticano y ella contestó. "¿Qué curioso, no? ¿Quién te lo iba a decir?", manifestó el hombre, a lo que la vicepresidenta expresó: "¿Verdad?". A continuación, los tres soltaron una carcajada. La gallega se despidió de ambos con "un besiño".

Tras el saludo informal, Díaz volvió a su posición para continuar con la toma de fotos. Eso sí, no sin antes fijarse en el abeto que presidía la plaza: "Qué bonito, me encantan las Navidades".

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