Metaverso y Blockchain: claves para el entender el consumo en internet

El metaverso permite crear centros comerciales y tiendas virtuales en los que comprar e interactuar con otros usuarios.
photo_camera El metaverso permite crear centros comerciales y tiendas virtuales en los que comprar e interactuar con otros usuarios.
Consumidores e industria comercial aceleran sus pasos hacia el comercio virtual, una mercado que se abre camino tanto en la oferta de productos como en los métodos de pago.

Los cambios en los hábitos de consumo relacionados con el entorno digital en los últimos años ha acelerado el proceso de integración virtual más allá de internet, impulsando pagos en plataformas virtuales y el acceso a todo tipo de suscripciones online.

El inicio de los denominados “metaversos” (mundos digitales virtuales en los que es posible interaccionar con empresas, tiendas comerciales y otros usuarios), apoyado en la tecnología de cadena de bloques y los dispositivos inteligentes siempre conectados impulsan aún más un consumo basado en la comunicación de datos.

Según los expertos participantes en el primer Comité del Lujo y Digitalización europeo, celebrado en Madrid a principios de este mes, en dos generaciones se impondrá el perfil de usuario digital frente al tradicional, un cambio que afectará a la actividad de compras y otras tendencias en la mayoría de los sectores económicos, como el inmobiliario, el de la automoción o el de la educación.

Mientras que hasta ahora han sido las empresas y marcas las que han dirigido, en parte, el consumo de la población, ahora son los usuarios los que marcan el camino a seguir, imponiendo el teléfono móvil como herramienta básica de pago, una modalidad que  se está imponiendo incluso en las tiendas físicas. Tarjetas sin contacto, relojes inteligentes o sistemas biométricos empiezan a imponerse en el sector del consumo como medios de acceso y pago, además de consulta y compra. Las transacciones se realizan de una manera sencilla, y el control de almacen y disponibilidad de artículos es mucho más sencillo para las tiendas.

Todo esto provoca que las empresas y comercios deban anticiparse a los movimientos de los consumidores basándose en las tendencias de las redes sociales, a la comunicación digital directa y eficiente con los clientes y al uso ético de los datos personales, adaptando la oferta a las demandas y personalizaciones que requiera el mercado.

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