Los videojuegos afianzan su posición de privilegio dentro de la industria tecnológica española, convirtiéndose en un motor económico y creador de empleo que sigue creciendo tanto en el sector de los smartphones como en el de consolas y ordenadores personales. Además, en abril de 2022 el Consejo de la Unión Europea incluyó la industria del videojuego entre los sectores creativos prioritarios.
El “Anuario de la Industria del videojuego de 2022”, elaborado por La Asociación Española de Videojuegos (AEVI), destaca que el año pasado este sector facturó 2.012 millones de euros, un dato que revela un crecimiento del 12,09% con respecto al año anterior, una cifra que surge del incremento del porcentaje de ventas online, concretamente en plataformas de venta digitales (incremento del 53,30% con respecto a 2021) y en suscripciones a servicios multijugador (incremento del 24,68%). A lo largo de 2022 se vendieron 7,1 millones de videojuegos, 842 mil videoconsolas y 3,11 millones de accesorios.
Los usuarios apuestan de manera decidida por el formato digital frente al físico, con una significativa subida del mercado en línea, alcanzando unas ventas totales de 1.180 millones de euros frente a los 913 millones de 2021, de los que 96 corresponden a suscripciones a servicios multiplayer, 581 al consumo en plataformas online y 132 millones a accesorios.
El mercado físico mantiene una buena posición de mercado (813 millones de euros, un 5,67% menos que en 2021), si bien continúa por encima de los niveles de facturación alcanzados antes de la pandemia. La bajada del consumo de hardware (consolas, ordenadores) ha sido la principal razón del descenso del mercado físico.
En términos de usuarios y tiempo de juego, el número de jugadores sobrepasa los 18,2 millones, con una importante presencia de jugadoras (el 47% del total), una cifra similar a la de otros países como Alemania, Reino Unido o Francia, y la variedad de juegos más utilizados abarcan desde los deportivos multijugador a las aventuras cinemáticas. En cuanto a tiempo de juego, los usuarios españoles dedicaron una media de 7,42 horas a la semana a disfrutar de los videojuegos (un descenso del 8% en comparación con 2021), un tiempo ligeramente inferior al de países cercanos como Reino Unido (9,6 horas), Alemania (10,2 horas), Italia (7,5 horas) o Francia (7,9 horas).
