El cambio de hábitos en los sistemas de pago y compras a través de internet se ha incrementado en los dos últimos años en España. Según un informe sobre medios de pago publicado por la empresa de transacciones digitales Minsait Payments, el 25 % de los españoles utilizaron aplicaciones móviles para pagar compras o servicios a través de internet en 2021, lo que sitúa a España como uno de los países europeos donde más se han consolidado los medios digitales como forma de pago habitual.
Con respecto a 2020, este porcentaje crece un 10%, lo que indica que los pagos ya no son un sector exclusivo de los bancos, y que cada vez son más las empresas que los están incorporando como procesos de pago directo y sin intermediarios. Esta forma de pago supone para las empresas un mayor control sobre sus transacciones, optimiza los costes de los departamentos económicos, ahorra tiempo a la hora de cuadrar los presupuestos y ofrece al cliente una experiencia totalmente integrada, sin necesidad de pasos y certificaciones de terceros.
En cuanto a las perspectivas de futuro, el informe destaca que el nuevo ecosistema de pagos en internet será omnicanal, cada vez más rápido, eficiente, fácil de usar y cómodo, mediante todo tipo de dispositivos conectados, lo que traerá consigo el despliegue de nuevos servicios además de los pagos. De esta manera, cada vez serán más los usuarios que emplearán las aplicaciones móviles de sus marcas favoritas para hacer operaciones bancarias, lo que podría generar una sinergia entre los bancos y las marcas. Así, el sector afrontaría el primer paso de hacia unas finanzas globales integradas, que permitirán a las empresas ofrecer también otros servicios financieros, como préstamos, seguros e inversiones.
Los métodos de pago digitales se están imponiendo a los más tradicionales como el uso de dinero en efectivo, aunque este no ha desaparecido. La tarjeta de crédito, que utilizan el 90 % de los españoles, se ha convertido en el método de pago clave, seguida por el pago con el móvil.
Entre los desafíos de esta integración de pagos online está el poder integrar a las personas que, por diferentes motivos, están fuera del sistema bancario, o que son reacias a acceder de determinados sistemas virtuales, por lo que la brecha digital puede acentuar las diferencias entre consumidores.
