La intimidad de los menores, una prioridad para las redes

Las cuentas de las redes sociales cuentan con diferentes filtros de seguridad que los usuarios pueden activar.
photo_camera Las cuentas de las redes sociales cuentan con diferentes filtros de seguridad que los usuarios pueden activar.
Los creadores de contenidos, especialmente los adolescentes, deben tener en cuenta aspectos como la protección de su privacidad a la hora de crear una cuenta y subir información.

La aparición comercial de la aplicación TikTok en internet en 2016 y su crecimiento exponencial a partir de 2022 con el confinamiento provocado por el covid ha revolucionado las redes sociales, convirtiéndose en una de las herramientas de comunicación y entretenimiento más utilizadas del mundo, especialmente entre los adolescentes.

Los vídeos de entretenimiento y de corta duración han dejado en un segundo plano a las fotografías, e incluso Instagram está dando pasos para sumarse al fenómeno de los videos cortos, imitando el algoritmo y la experiencia de usuario de TikTok.

Esta revolución hacia el vídeo hace que el control de las grabaciones por parte de los usuarios deba ser mayor que el de las fotografías, especialmente cuando los creadores de esos contenidos son menores de edad, que están aún más expuestos a la red con este tipo de aplicaciones de comunicación. Según la plataforma de análisis digital Qustodio los niños españoles pasan de media 134 minutos al día entre Instagram (54 minutos al día) y TikTok (80 minutos por día).

La decisión clave para proteger la intimidad, especialmente entre los más pequeños, es la decisión de configurar el perfil de usuario como acceso público o de acceso privado. Ambas decisiones tienen sus ventajas e inconvenientes, pero por término general el perfil privado es más recomendable para un uso personal, ya que el acceso al contenido está totalmente en manos del creador de contenido.

Dependiendo del objetivo con el que el usuario utilice la red social, puede ser beneficioso o perjudicial tener un perfil abierto o cerrado, pero siempre teniendo en cuenta el límite entre la intimidad y la exposición en redes sociales. Las cuentas públicas deben de tener especial cuidado con el contenido que suben, especialmente si concierne a menores. Hay que recordar que una vez subido un contenido a internet este tiene muchas posibilidades de ser guardado por un tercero.

Tener un perfil abierto supone llegar a más usuarios, tener más visitas e incluso ser tendencia. Sin embargo, este posicionamiento implica exposición, por lo que muchos creadores de contenidos optan por una doble cuenta: una para uso privado, en la que comparten contenidos personales con los usuarios que ellos deciden, y otra cuenta pública, con la que llegar a cualquier usuario de la red.

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