La biometría, el sistema de autentificación más fiable para los españoles

Los smartphones incluyen sistemas de comprobación de identidad avanzados como la detección de la huella dactilar.
photo_camera Los smartphones incluyen sistemas de comprobación de identidad avanzados como la detección de la huella dactilar.

Conseguir una navegación segura en la red y unos sistemas de seguridad fiables en la protección de los datos personales a la hora de comprar por internet son los dos parámetros más importantes para el 57% de los españoles según los datos del informe anual Global Identity & Fraud Report realizado por la compañía Experian, un estudio a nivel mundial que pone de relieve el aumento de delitos relacionados con la suplantación de identidad y el fraude en los pagos online.

La prevención de los delitos informáticos supone uno de los temas de debate clave para las empresas dedicadas al comercio en internet, y que desde hace años tienen como prioridad construir una relación de confianza y larga duración con sus consumidores.

La franja de edad de los consumidores afecta directamente a la percepción de riesgo o confianza en los sistemas de control digital. Para los mayores de 30 años la preocupación por el robo de identidad aumenta con la edad, mientras que para los denominados “Millenians” (nacidos alrededor de los años 2000) la inquietud por este tema es mucho menor.

El estudio realizado por Experian revela que los métodos de autenticación más conocidos y utilizados por los consumidores españoles son los códigos PIN (36%) enviados a los dispositivos móviles, las contraseñas (35%) las preguntas de seguridad (34%). Sin embargo, los métodos que los españoles perciben como más seguros son la biometría física (81%), los códigos PIN (77%) y la biometría de comportamiento (76%), aunque también en este punto existen diferencias generacionales. En tanto que los usuarios de más de 30 años se muestran a favor de la biometría física (como el reconocimiento facial y de huellas dactilares, por ejemplo), los menores de 25 años confían más en la biometría de comportamiento, como los patrones de escritura de contraseñas o la forma de interactuar con el propio smartphone.

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