Hay vida más allá de Twitter para no perder las conexiones
Tras los cambios y el drástico recorte de plantilla, los expertos proponen optar por otras redes
La llegada de Elon Musk a Twitter supuso tiempos convulsos para esta red social y causó perplejidad en los usuarios. Pero, ¿existen alternativas similares para seguir conectados? La respuesta es sí, aunque ahora mismo ninguna “tan fácil” y todas tienen margen para evolucionar. “Si ahora mismo yo tuviera que apostar por la red que va a sustituir a Twitter sería la propia Twitter”, dice César Córcoles, profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya, quien nos guía por algunas de las alternativas y da consejos a tener en cuenta antes de adentrarse en cualquier red social.
Despidos masivos, abandono de directivos, retirada de anunciantes, erráticas decisiones sobre la verificación de usuarios o tuis de Musk con mensajes como: “ten en cuenta que Twitter hará muchas cosas tontas en los próximos meses. Mantendremos lo que funciona y cambiaremos lo que no funciona”, son parte del caótico desembarco del dueño de Tesla y Space X. Aunque hay bastantes opciones de redes sociales similares, “ninguna de las alternativas es ahora mismo tan simple y fácil como Twitter. Todas tienen margen para evolucionar”, considera Córcoles.
Por ahora, no es fácil saber si hay pérdida de usuarios o si la usan más o menos. Antes Twitter era una compañía cotizada en bolsa, pero “ahora todo el poder lo tiene básicamente Elon Musk, por lo que no tiene demasiada necesidad de publicar esos datos en abierto”, indica Córcoles.
En cuanto a las alternativas, todo es cuestión de acostumbrarse a su uso. “Ahora -dice- nadie recuerda que al inicio de Twitter todos íbamos un poco perdidos”. La alternativa “más obvia” a Twitter es Mastodon, la cual dice que triplicó sus usuarios en las últimas semanas y, según su fundador, Eugen Rochko, tiene más de un millón de usuarios activos mensuales y funciona de forma similar a Twitter, se pueden escribir mensajes, llamados “toots”, compartirlos, contestar o dar “me gusta”, entre otras funciones.
Sin embargo, no hay un único Mastodon único, sino que está descentralizado en “instancias” o servidores, cualquiera puede decidir montar o alquilar un servidor y abrir una instancia por área geográfica o sobre un tema determinado.
Creada en 2007 y veterana entre las redes está Tumbrl, “a medio camino entre Twitter y un blog convencional”, que permite publicar imágenes, vídeos, audios y los usuarios pueden seguirse entre sí.
Otra alternativa que propone Córcoles es dar un nuevo enfoque a las otras redes sociales que muchos tienen, como Facebook o Instagram, que pueden aprovecharse para usarlas como Twitter, ya que ahora se comportan en muchos aspectos como esta.
RSS, por su parte, es un mecanismo de sindicación o agregación de contenidos que permite suscribirse a las fuentes que interesan, por ejemplo medios de comunicación o blogueros, explica. El sistema avisa de lo que publican y lo reúne en un lector.
Sea cuál sea la opción elegida, Córcoles llama la atención sobre un aspecto que considera importante: de dónde viene el dinero que cuesta mantener un servicio de este tipo y que depende de los usuarios.
Elon Musk bromea en la red mientras su personal se va
El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, bromeó en su propia cuenta en la red social sobre el rumbo de la compañía, tras saberse además que cientos de empleados renunciaron como respuesta al ultimátum lanzado por el magnate de “trabajar muchas horas a alta intensidad” o dejar la empresa.
Su último tuit cuestiona que varios senadores estadounidenses hayan pedido a la Comisión Federal de Comercio investigar a Twitter cuando al mismo tiempo la plataforma de criptomonedas FTX hace perder miles de millones de dólares a sus clientes, todo ello con una foto de un par de rinocerontes apareándose en la sabana africana.
Mientras, el propietario ordenó cerrar la sede de la compañía desde ayer y hasta el lunes, inutilizando incluso los pases electrónicos de acceso de los trabajadores y bloqueando a varias personas.
Los abandonos se cifran en “cientos” de personas -según coinciden varios medios- de una plantilla ya mermada, pues una de las primeras decisiones de Musk al desembarcar en Twitter fue despedir a la mitad de sus trabajadores y obligar al resto a abandonar el teletrabajo y regresar a la oficina salvo excepciones que él aprobaría una por una.
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