El rural perderá habitantes pese al incremento nacional

El Instituto Nacional de Estadística señaló en mayo que España superó los 48 millones de residentes

Agencias

Publicado: 26 jun 2023 - 10:28

Un hombre mayor camina por las calles de la localidad turolense de Cubla.
Un hombre mayor camina por las calles de la localidad turolense de Cubla.

La España vacía quedará aún más vacía en los próximos quince años, y eso a pesar de que crecerá el número total de habitantes, porque lo hará precisamente donde es mayor la densidad de población. La población española está creciendo, y el pasado mes de mayo el Instituto Nacional de Estadística señaló que acabamos de superar los 48 millones de habitantes.

Este dato reciente va en línea con la última proyección de población publicada por el Instituto Nacional de Estadística (de octubre de 2022), que apuntaba un crecimiento poblacional para el año 2037 de un 25% para Baleares, o de más de un millón de nuevos habitantes para Madrid o Cataluña.

Además, habrá descensos de población en zonas que ya padecen este problema, especialmente en Asturias, Extremadura y Castilla y León, comunidades que se encuadran en lo que ya es España Vacía. Y mientras, aunque en Ceuta, Melilla y Murcia o, en menor medida, en Baleares o Madrid, habrá más nacimientos que muertes, en general en todo el país no habrá crecimiento vegetativo, sino envejecimiento de la edad media.

La explicación de todos estos datos se halla en la inmigración exterior, que compensará el envejecimiento de la población y ofrecerá la fuerza de trabajo necesaria para que se mantenga el crecimiento económico. Pero, salvo que haya políticas que modifiquen la tendencia, lo hará acudiendo a donde, precisamente, hay una mayor oferta de empleo. Esto es lo que lleva a Alberto Del Rey, catedrático de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca, a señalar la conveniencia de políticas que ordenen la inmigración desde una estrategia planificada que la oriente hacia las comunidades donde hace falta más población.

Falta de políticas

“España no ha tenido nunca ninguna política migratoria. Nunca hemos planeado el facilitar la llegada de gente que se quiera instalar en determinadas zonas, seleccionar gente en función de las necesidades laborales y, por supuesto, ofrecer trabajo a inmigrantes en esas zonas, mediante una cierta descentralización”, explica.

“Yo vivo en Salamanca, por ejemplo. Y en Castilla y León, muchos puestos de trabajo están vacíos. Por otro lado, si no ofrecemos trabajos de acuerdo a la formación de determinados trabajadores, con el tiempo se van a ir a donde les ofrezcan un puesto acorde con esa formación. Para la despoblación, la única solución es la inmigración”, añade. Rey señala dos aspectos importantes en esta política, una actitud más abierta por parte de las comunidades de acogida y fomentar el empleo de calidad en las áreas despobladas.

Otro posible problema que parece emerger, ante un saldo migratorio de cientos de miles de personas cada año en zonas de vivienda muy cara, como Baleares, Madrid o Cataluña, es precisamente el de la vivienda.

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