Pantallas orgánicas y VR: el futuro del entretenimiento

La conectividad digital y el avance hacia la integración de los sistemas en un universo virtual marcan la ruta para este 2023 de las principales empresas tecnológicas, un camino que se puso de manifiesto a principios de este mes en la feria CES, celebrada en Las Vegas (EEUU), y que prosigue con una apuesta ecológica en los nuevos productos informáticos, automóviles cada vez más autónomos procesadores con un mejor equilibrio entre rendimiento y consumo energético.

Sin embargo, dos son los productos estrella que coparán las novedades en los próximos meses: las pantallas de autoemisión de luz orgánicas (OLED) y los cascos y gafas de realidad virtual y aumentada.

Los paneles OLED llevan varios años en el mercado (el primer modelo fue el Sony XEL-1 de 2007) pero es en los últimos meses cuando la práctica totalidad de empresas de ocio y de telefonía apuestan firmemente por la implementación de estas pantallas en todo tipo de dispositivos en sustitución de las hasta ahora tradicionales LED (emisión de luz a través de microlámparas de diodo). Móviles de gama media y alta, pantallas de televisión, visores de Realidad Virtual, monitores y relojes inteligentes utilizan este tipo de paneles que consumen muy poca energía y ahorran el número de componentes electrónicos necesarios para su función.

La realidad virtual (VR) es otro de los caballos de batalla de la industria en 2023. El Metaverso y los videojuegos impulsan un sector multimillonario en el que ninguna gran marca quiere perder su oportunidad. Sony (con su vsor PS VR 2 para la consola PS5), Apple (con un visor de realidad aumentada y virtual que llegará en otoño) o Samsung (con el ecosistema Gear VR compatible con Android) aceleran su llegada con nuevas propuestas que ofrecen seguimiento ocular dentro de los juegos y aplicaciones, resolución 4K, audio inmersivo y nuevas tiendas de aplicaciones que permiten realizar compras de todo tipo de productos, además de disfrutar de contenidos multimedia de suscripción.

El sector automovilístico acelera la adopción de la inteligencia artificial, con modelos que desarrollan tecnologías que permiten que el automóvil sea autónomo en los entornos urbanos. Sony y Honda presentaron este mes el modelo Afeela, un prototipo con 45 cámaras y sensores, cuyo calendario de producción prevé que esté a la venta a mediados de 2025.