La infanta Cristina y Urdangarin ponen fin a 24 años de matrimonio

La infanta Cristina y Urdangarin en diciembre de 2019.
photo_camera La infanta Cristina y Urdangarin en diciembre de 2019.

Informan en un comunicado conjunto de la “interrupción” de su relación de pareja tras las fotos del exduque con otra mujer

La La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin decidieron “de común acuerdo, interrumpir su relación matrimonial”, según aseguran ambos en un comunicado en el que subrayan que el compromiso con sus cuatro hijos “permanece intacto”. “De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean”, reza el texto del breve comunicado en el que formalizan la decisión de separarse tras la publicación de las recientes fotos de Urdangarin con su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia. Los exduques de Palma, que se casaron el 4 de octubre de 1997 en Barcelona, no ofrecen más detalles sobre los términos de su separación.

Las imágenes se tomaron el pasado 11 de enero en una playa francesa en Bidart, donde la familia Urdangarin tiene una residencia de verano. Al día siguiente de la publicación, el exjugador de balonmano, que el pasado 15 de enero cumplió 54 años, hizo unas declaraciones a los medios en los que daba a entender la crisis de su relación con Cristina de Borbón.  La separación se conoció mientras Felipe VI volaba a Puerto Rico con motivo del 500 aniversario de la fundación de su capital, San Juan. Ahora, ambos hace oficial una separación que sin embargo lleva años siendo realidad pese al apoyo de la infanta a su marido durante  su juicio por corrpción y la posterior condena y estancia en prisión.

 

SIEMPRE A SU LADO

Durante el juicio por el caso Nóos y su encarcelamiento, la infanta siempre estuvo al lado de su marido. “Confío plenamente en él y en su inocencia”, confesó durante su declaración ante el tribunal en marzo de 2016. Cristina de Borbón, de 56 años, trabaja para la Fundación La Caixa y mantiene su residencia en Ginebra (Suiza), donde vive con su hija Irene.

La última vez en que se le vio junto a la infanta Cristina fue a finales de año en la estación de esquí de Baqueira (Lleida), donde pasaron unos días de vacaciones con sus hijos -Juan, de 22 años; Pablo, de 21; Miguel, de 19, e Irene, de 16-. En Navidades también estuvieron en la capital alavesa para pasar las fiestas con la madre de él, Claire Liebaert; fechas tras las que se produjo el encuentro de Urdangarin con la que es su nueva relación.

La separación de la hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía se une a la de su hermana, infanta Elena, quien acordó “el cese temporal de su convivencia matrimonial” con Jaime de Marichalar en noviembre de 2007, y en enero de 2010, firmaron el divorcio definitivamente.

 La Casa del Rey declinó ayer hacer cualquier pronunciamiento sobre la decisión de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. El Palacio de la Zarzuela subraya que no guarda relación con la nota, por lo que “no corresponde hacer ningún pronunciamiento”, según fuentes de la Jefatura del Estado. La infanta Cristina y Urdangarin dejaron de ser miembros de la familia real cuando Felipe VI fue proclamado en junio de 2014.

El exduque de Palma cree que “ya está todo dicho” 

Iñaki Urdangarin eludió pronunciarse públicamente sobre su ruptura matrimonial con la infanta Cristina a la salida ayer de su trabajo en Vitoria y, al ser preguntado por los periodistas, se limitó a responder: “Está todo dicho”. El exduque de Palma, como cada tarde, abandonó el bufete de abogados en el que trabaja en el centro de Vitoria, a cuyas puertas le esperaban numerosos periodistas que le preguntaron por su situación personal tras el comunicado de separación. Urdangarin no respondió a ninguna de las preguntas sobre su situación familiar y sobre si una vez confirmada la ruptura con la infanta iba a dar a conocer oficialmente su relación sentimental con su compañera de trabajo Ainhoa Armentia.

“Las cosas pasan y lo vamos a gestionar de la mejor manera posible. Es una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y juntos, como siempre hemos hecho”, comentó Urdangarin en Vitoria la pasada semana al conocerse la publicación de las fotos. A su llegada al trabajo, la compañera de bufete del exduque y su nueva pareja sólo dijo: “Os pido por favor que respetéis la intimidad de mi familia”.

El exdeportista de elite condenado por corrupción y fraude

La hija menor de don Juan Carlos y doña Sofía conoció a Urdangarin durante los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, en los que este participó como jugador de la selección de balonmano. La pareja se casó el 4 de octubre de 1997 en la Catedral de Barcelona, tuvo su primer hijo en 1999, Juan Valentín, al que siguieron otros tres más: Pablo Nicolás (2000), Miguel (2002) e Irene (2005).

A finales de 2011, Urdangarin es imputado en una pieza separada del “caso Palma Arena” comenzando así todo un calvario judicial en el que también se vio inmersa doña Cristina por su relación tanto con la sociedad Aizoon como con el Instituto Nóos, si bien inicialmente no se la imputó. Sin embargo, en abril de 2013 la infanta es imputada por primera vez en el caso, aunque el recurso de Anticorrupción hizo que la decisión del juez se revocara, pero finalmente el 7 de enero de 2014 el juez José Castro la imputaría. 

El 11 de junio de 2015 el rey Felipe VI revoca el título de duquesa de Palma que su padre había dado a su hermana tan solo dos semanas antes de que la Audiencia de Palma confirmara que tendría que sentarse en el banquillo. El esperado juicio comenzó el 11 de enero de 2016. 

Finalmente, el juicio quedó visto para sentencia el 22 de junio de ese mismo año pero el fallo no llegó hasta el 17 de febrero de 2017. La Audiencia de Palma absolvió a la infanta Cristina como cooperadora necesaria en dos delitos fiscales cometidos por su marido en 2007 y 2008 pero la condenó a una multa de más de 265.000 euros como responsable a título lucrativo por el “caso Nóos”. Urdangarin fue condenado a seis años y 3 meses de cárcel y multa de 512.553 euros prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos fiscales relacionados con la actividad de la citada entidad sin ánimo de lucro.

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