Carlos Osoro pide que no se oculten los abusos sexuales

El cardenal Carlos Osoro, vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid.
photo_camera El cardenal Carlos Osoro, vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid.
El arzobispo de Madrid defiende que la Iglesia está dando “pasos reales” para acabar con ellos 

El cardenal Carlos Osoro -exobispo de Ourense y arzobispo de Madrid- exhortó a no tener miedo ni ocultar los casos de abusos sexuales en los colegios católicos y pidió “dar un paso más” para responder a estas situaciones que -dijo- está afrontando la Iglesia.

En la presentación de la “Guía para la prevención y reparación de abusos sexuales a menores en centros educativos” de Escuelas Católicas, patronal que reúne a 2.000 centros, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal defendió que estos centros están dando “pasos reales, no teóricos” frente a los abusos sexuales.

Tras señalar que la Iglesia debe poder encarar esta cuestión con “franqueza y sinceridad”, el cardenal indicó que no hay que “tener miedo a abrir puertas y afrontar las cosas que tenemos que hacer, y creo que la Iglesia lo está haciendo”, por ejemplo abriendo oficinas para las víctimas, como hizo su arzobispado de Madrid.

Pero, subrayó, hay que “dar un paso más, no solo quedarnos en la denuncia” y mirar atrás sino seguir trabajando para impedir que se repitan estas situaciones.

Aunque reconoció que se cometieron fallos, como hacen “todos los seres humanos”, “es verdad” que estos abusos nunca debieron producirse en el seno de la Iglesia por lo que hay que seguir “luchando”.

La guía propone hacer cambios estructurales para responder de “forma eficaz y riguroso” a los casos de abusos sexuales en los centros educativos, explicó Fernando García, inspector provincial de la Inspectoría Salesiana Santiago, uno de los autores del documento.

Años atrás, añadió García, “no sabíamos como enfrentar” esta cuestión pero ahora “hemos aprendido a hacer códigos de conducta, metodologías, acciones formativas y protocolos”, al tiempo que abogó por centrarse en la víctima y en el enfoque restaurativo, no en el prestigio o la imagen de la institución. En su opinión, ni la distancia ni el tiempo solucionan el conflicto ya que muchas personas “se quedan ancladas” en ese trauma.

Esta guía, que pretende ayudar a los centros educativos a actuar de forma rápida y sin ambigüedades, a ser entornos seguros y a trabajar la prevención y la reparación de los abusos a menores, “tiene que ser una hospital de campaña, de primeros auxilios”, concluyó.

Por su parte, Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Católicas, dijo que la línea de actuación debe ser triple: prevención, intervención y reparación, y destacó que el centro educativo tiene un papel inexcusable, “actuar es el único camino”. 

Te puede interesar