Vecinos de Chapela, “en pie de guerra” con el Concello

Imagen de una de las aceras que está taponada por un poste y una señal.
photo_camera Imagen de una de las aceras que está taponada por un poste y una señal.
Exceso de tráfico, aceras con obstáculos, obras que no acaban, maleza que pone en peligro casas y la falta de respuesta por la corporación municipal ha llevado a este enfrentamiento

Los vecinos del alto de Chapela han creado la Plataforma Vecinal de Chapela con el fin de visibilizar los problemas de sus barrios y lograr algunas respuestas por parte del Concello. Obras que se prolongan en el tiempo, otras que no se llegan a realizar, proyectos de aceras que están taponadas a los transeúntes con movilidad reducida, baches, exceso de tráfico y maleza que rodea viviendas son algunas de las problemáticas de la que alerta esta plataforma.

Rosa Pérez, de Cidadelle, pone de manifiesto estas carencias. “Antes de Semana Santa los vecinos convocamos un encuentro para exigir un asfaltado. Curiosamente, ese mismo día, la Corporación anuncio las obras para Semana Santa y así aprovechar que no había autobuses escolares. La realidad es, que a adía de hoy, esas obras no se han ejecutado”, comentó Rosa quien también señaló que  “la alcaldesa dijo que se había reunido con los vecinos, pero tú le preguntas a la gente y nadie habló con ella”.

Pérez también explicó como ahora están creando unas aceras que “son muy necesarias” pero que generan dudas sobre si cumplen la normativa, “Debido al ancho de los caminos hay zonas donde no se pueden ni cruzar dos coches además de que hay zonas donde tienen postes y señales en medio, por lo que si vas en silla de ruedas o un carrito de bebe te tienes que bajar para luego volver a subir, lo que no tiene mucho sentido”. Rosa explicó que los vecinos han presentado ante registro una solicitud de transparencia para conocer el proyecto y poder sugerir cambios que se ajusten a las necesidades reales del vecindario.

María Jesús González, vecina de Mouriño, confirmó la situación de Cidadelle y también narró las carencias de su barrio que convive con obras de Audasa y se ve obligado a soportar un tráfico excesivo por el desvio de Cidadelle, lo que ha dado lugar a  un mal estado del firme. “Presentamos un escrito por registro, pedimos entrevistas y siempre nos dieron largas y nos presentan problemas por los atrasos de las obras. Nos preguntamos el por qué de esta dejadez porque desde marzo del año pasado hasta noviembre no hay una meteorología adversa para realizar trabajos de saneamiento”, comentó González, quien comenta como por esos atrasos se han juntado las obras de los dos barrios que son los únicos accesos al alto de Chapela.

Pepe Gil, de Río Frío, es otro de los afectados, pero por la maleza que rodea su vivienda y la de sus vecinos. “Si hay un incendio de sexta generación sería imposible pararlo. Ya iniciamos una gestión de tala en 2016, sin éxito, y este año empezamos otra solicitud por registro y nada, al igual que en la Valedora do Pobo y en el Seprona. Se dio un aviso de tala en 15 días el 31 de enero, pero no hicieron nada”, señaló Gil que también puntualizó que “el Concello está desbordado y no sabe definir sus prioridades”.

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