Redondela superó sus previsiones de visitantes en la Festa do Choco

Vista de la carpa en la que se ve la empanada de chocos, unas de las preparaciones más demandadas. // J.V. Landín
photo_camera Vista de la carpa en la que se ve la empanada de chocos, unas de las preparaciones más demandadas. // J.V. Landín
Éxito de esta edición, que recobró las degustaciones en carpa y que rindió homenaje a uno de sus fundadores

El regreso de la carpa para las degustaciones, tras tres años anteriores marcados por el covid, propició el reencuentro del público con uno de los platos más famosos de la gastronomía gallega: el choco de Redondela. La última edición de la fiesta dedicada a este cefalópodo se cerró ayer con una gran afluencia de público, que recordó a la de ediciones prepandemia.

 

 

“Ha sido un éxito en todos los sentidos, tanto por las degustaciones en la propia carpa como de las Jornadas Gastronómicas en los restaurantes locales, que están todos llenos. También las grandes verbenas, con un ambiente fantástico. Desde luego, todas nuestras previsiones de afluencia de visitantes se han visto superadas durante todo este fin de semana”, señalaba la alcaldesa, Digna Rivas, en declaraciones a Atlántico.

Los miembros de Tanxarina y la alcaldesa Digna Rivas, ayer, en el acto oficial de la Festa do Choco.
Los miembros de Tanxarina y la alcaldesa Digna Rivas, ayer, en el acto oficial de la Festa do Choco.

La 36 edición de la Festa do Choco, que se abría el pasado viernes, tuvo ayer como protagonistas a R. Cunha “Tatán”, Andrés Xiráldez y Luis Borines, de la veterana compañía redondelana de títeres Tanxarina, que ejercieron como pregoneros. El acto sirvió también para rendir un sentido homenaje a José Barciela “Pucho”, fallecido el pasado año y uno de los fundadores de esta fiesta junto a otros hosteleros, allá por 1987.

Lo que está claro es que el choco de Redondela, que se comercializa con su propio sello de calidad, conquista los paladares de todo el mundo. En la carpa instalada en el Campo da Feira se pudo degustar en distintas preparaciones, elaboradas al momento por hosteleros locales y que fueron consumidas cómodamente en las mesas habilitadas en el lugar. Pese a la variedad de propuestas, que se sumaron a los menús disponibles en los restaurantes de la zona, volvieron a triunfar las recetas tradicionales: los chocos guisados en su tinta acompañados de arroz y la empanada de chocos. 

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