La iglesia de La Soledad, en O Castro, se llenó de fieles para la bendición de los "niñojesuses", una tradición muy arraigada en las parroquias de Roma que desde hace seis años se ha convertido en una de las citas previas a la Navidad de Vigo.
En esta ocasión fueron una veintena de figuritas que dejaron por unas horas los belenes para ser bendecidos por el sacerdote Alberto Cuevas, impulsor de esta ceremonia que pretende "formentar la instalación de los belenes en las casas", explicaba el sacerdote una vez finalizada la misa.
Los grandes protagonistas de esta celebración fueron los más jóvenes, encargados, en la mayoría de los casos, de portar los "niñojesuses" hasta los pies del alatar para recibir la bendición. Muchos de ellos, como era el caso de los nietos de Geles Crespo, una feligresa que hace años que fecuenta la parroquia y participa de esta tradición, integraban el grupo de teatro que represnetó una pequeña alegoría que tuvo lugar una vez finalizada la misa.
El mal tiempo que se dejó sentir hasta minutos antes del inicio de la celebración le restó alguna participacióm, ya que como explicó Cuevas "otros años hubo más niños, pero se han notado los efectos del temporal". En el caso de Concepción, la lluvia le retrajo de llevar la imagen, algo que según comentaba poco antes de entrar al templo "hago desde que comenzaron las bendiciones". Esta es una de las pocas parroquias de la diócesis de Tui-Vigo que ha adoptado esta ceremonia, que tomó fuerza en la Santa Sede con su adopción por parte de los últimos Papas, y que a la ciudad llegó de manos del que es, además párroo de La Soledad, encargado de Comunicación del Obispado.
Sofía, Patricia y Nico con las figuras.
"Venimos todos los años con las figuras del niño jesús para recibir la bendición"
Geles Crespo y sus nietos.
"Esta vez traigo una imagen que hicimos en casa, Es algo diferente a otras veces"
Carlota y Teresa con su figurita.
"Es algo que nos hace mucha ilusión y que sirve para que el belén esté bendecido"