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Polonia combate al covid sin mascarillas en las calles

La crisis del coronavirus se vive en Polonia blindándose al exterior y medidas poco restrictivas en el país
photo_camera La crisis del coronavirus se vive en Polonia blindándose al exterior y medidas poco restrictivas en el país
El país acumula 700 contagios diarios y cancela vuelos con España y otros 43 destinos
Polonia canceló esta semana los vuelos procedentes de España, junto con los de otros 43 países, como medida preventiva de contagios de covid. El país vive estos días unos 700 casos positivos al día, y las cifras acumuladas en el momento de escribir esta información se elevan, en toda la pandemia, a 65.480 personas, de las que 2.018 fallecieron, habiéndose recuperado 44.785 pacientes. Unas cifras que permiten enfrentarse a la situación de forma mucho más relajada, como se puede comprobar en las calles de Varsovia, la capital, donde no es obligatorio el uso de mascarillas en espacios abiertos, al igual que en el resto del país . El resultado es que es muy raro cruzarse con alguien que las lleve y, algunos que sí se tapan la boca ya la nariz, lo hacen con un simple pañuelo. Donde sí es obligatoria la mascarilla  es en espacio cerrados.
En los taxis sin embargo, no siempre se utiliza. Si el conductor la porta, generalmente el viajero también se la coloca, además algunos vehículos disponen de una mampara que aísla al cliente del conductor, pero no es habitual este sistema. 
En el transporte metropolitano, el conductor también está aislado de los usuarios y no dispensa billetes, que son fáciles de obtener en el interior de los vehículos, al disponer de máquinas expendedoras, aunque sólo con tarjeta, o en las máquinas que, generalmente, se encuentran cerca de las paradas de los buses, metros o tranvías, y que admiten tarjeta o efectivo.
 Los pulsadores de stop o de apertura de las puertas se han anulado en los transportes públicos, para evitar manipularlos, algo que contrasta con las mencionadas máquinas expendedoras donde, igual que en los pulsadores, se utilizan los dedos para seleccionar las opciones de compra y pago de billetes.
Una curiosidad que se observa en el uso de las mascarillas, al margen de su disparidad,  y es que se admite igualmente cualquier pañuelo que cubra la boca y la nariz, independientemente de su efectividad. Así, no es difícil observar comprando en el mercado un usuario que se tapa con una simple tela, o pañoleta; y también resulta curioso, por ejemplo, visitar un mercado de productos alimenticios al aire libre, donde ningún vendedor hace uso de medidas de protección y dispensan frutas y vegetales o panes y bollería, entre otros productos, sin ninguna medida de protección pese a estar atendiendo al público.
Contrariamente, en los centros comerciales los dependientes utilizan las mascarillas aconsejadas o pantallas de acetato al acercarse algún cliente.
En los parques y espacios de juegos infantiles, los usuarios, independientemente de su edad, se mezclan unos con otros sin tener en cuenta distancias, que aquí se recomienda de 2 metros entre personas, ni medidas de seguridad tan aconsejables en España desde el fin del confinamiento. 

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