Un alto cargo militar del partido-milicia chií Hezbolá murió ayer en un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra un vehículo en el sur de Líbano, en medio del repunte de los enfrentamientos en la frontera tras la muerte la semana pasada del “número dos” del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Salé al Aruri, en un ataque achacado a Israel contra Beirut.
Fuentes citadas por la cadena de televisión libanesa LBCI indicaron que el ataque tuvo como objetivo un coche en los alrededores de Jirbet Selm, a unos diez kilómetros de distancia de la frontera con Israel. Tras ello, Hezbolá confirmó la muerte del comandante Uisam Hasán al Tauil, alias “Haj Yauad”. Así, dijo que Al Tauil “ha caído mártir en el camino a Jerusalén”, según recogió la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al grupo. Al Tauil sería un integrante de la Fuerza Raduán, una unidad de élite de Hezbolá creada en los años noventa y bautizada en honor a Imag Mughniye -alias “Haj Raduán”-, quien fue “número dos” del grupo y líder de la rama de Inteligencia de la formación hasta su muerte en un atentado en Siria en 2008.
Horas antes, el Ejército de Israel confirmó un bombardeo contra un “complejo militar” del partido-milicia en el sur de Líbano, así como otra “infraestructura terrorista”, mientras que Hezbolá aseguró haber llevado a cabo diversos ataques con proyectiles contra objetivos en el norte de Israel. Hezbolá, apoyado por Irán, llevó a cabo decenas de ataques con drones y proyectiles contra el norte de Israel desde los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás contra territorio israelí, una situación que hizo temer una expansión del conflicto al vecino Líbano e incluso a toda la región.
Netanyahu
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, recalcó ayer que las autoridades “harán todo lo que sea necesario para restaurar la seguridad en el norte”, tras tres meses de enfrentamientos con el partido-milicia chií Hezbolá en la frontera con Líbano.
Netanyahu, que realizó durante la jornada una visita a los militares de una unidad desplegada cerca de la frontera con Líbano, dijo que el Gobierno trabajará para que los evacuados de varias localidades en la zona “puedan volver a causa de forma segura”. “No se puede jugar con nosotros”, advirtió.
“Hezbolá se equivocó mucho con nosotros en 2006 y se está equivocando mucho ahora”, señaló, antes de incidir en que el grupo “pensó que éramos (débiles) como una tela de araña, pero de pronto ven a la araña”, recalcó, según una transcripción de su discurso facilitada por el Gobierno israelí.
Así, reseñó que Hezbolá está viendo “el tremendo poder” del Ejército de Israel y “la unidad de la gente”. “Mi política es hacer lo que sea necesario para restaurar la seguridad en el norte”, reiteró, antes de incidir en que “se hará todo lo que sea necesario”. “Desde luego, preferimos que esto se logre sin una campaña amplia (de combates), pero nada nos detendrá. Les hemos dado un ejemplo de lo que les está pasando a sus amigos en el sur -en referencia a la ofensiva contra la Franja de Gaza-. Eso es lo que pasará en el norte”, amenazó.
