Europa desbloquea el envío de 50.000 millones a Ucrania

Robert Fico, Olaf Scholz, Antonio Costa y Viktor Orban,durante la reunión en Bruselas ayer.
photo_camera Robert Fico, Olaf Scholz, Antonio Costa y Viktor Orban,durante la reunión en Bruselas ayer.
Tras la cesión del presidente húngaro, Viktor Orbán, se confirma la ayuda durante cuatro años

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron ayer por unanimidad la ayuda de 50.000 millones para Ucrania en los próximos cuatro años dentro del presupuesto comunitario tras ceder el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y retirar su veto.

El acuerdo se logró antes incluso de que comenzase la cumbre a 27 en una reunión en formato restringido de Orbán con el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni; así como los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea, Charles Michel y Ursula von der Leyen.

Para preparar este encuentro, según indicaron fuentes europeas, los líderes organizaron una primera discusión que tuvo lugar en la noche del miércoles entre Michel, Scholz y el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, y que se demoró hasta pasada la medianoche.

Ya en el día de ayer, tras el primer encuentro restringido, Orbán dejó la sala para dar paso a los líderes bálticos y, en un tercer grupo, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Rutte, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, mientras que se informó al resto de mandatarios por vía telefónica antes de arrancar el encuentro oficial a 27.

Como parte de ese compromiso alcanzado con Orbán, los líderes accedieron a que la Comisión realice un informe anual sobre la aplicación del mecanismo, una concesión a la revisión cada doce meses que pedía Budapest, aunque sin la votación que reclamaba.

De igual modo, se incluye un debate a nivel de dirigentes sobre la aplicación del mecanismo y, en caso necesario, dentro de dos años, el Consejo Europeo invitará a la Comisión a presentar una propuesta de revisión en el contexto del próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), en el que se enmarca la ayuda financiera para Ucrania para los próximos cuatro años.

También, a propuesta de Michel y Macron, a fin de destacar la importancia de la salud democrática, se incluyó un recordatorio a las conclusiones que los líderes acordaron en la cumbre de diciembre de 2020 acerca del Mecanismo de Condicionalidad, que permite bloquear fondos a Estados miembro que incumplan el Estado de Derecho, y en las que se insta a la Comisión a aplicarlo de forma “objetiva, justa e imparcial”.

“Los 27 líderes han acordado un paquete de apoyo adicional de 50.000 millones de euros para Ucrania dentro del presupuesto de la UE”, informó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a través de un mensaje en la red social X (antes Twitter)

“Esto garantiza una financiación estable, previsible y a largo plazo para Ucrania. La UE asume el liderazgo y la responsabilidad en el apoyo a Ucrania; sabemos lo que está en juego”, añadió.

Negociaciones a tres bandas

Sobre la base del acuerdo alcanzado ayer, los negociadores de la presidencia rotatoria del Consejo, que corresponde este semestre a Bélgica, mantendrán negociaciones a tres bandas con el Parlamento desde el próximo lunes en Estrasburgo (Francia), para conseguir que los instrumentos jurídicos se aprueben lo antes posible.

Al respecto, fuentes comunitarias apuntaron que, una vez concluidas las negociaciones, que se espera que culminen a finales de febrero, la Comisión Europea estará lista para realizar el primer pago de la ayuda en el mes de marzo, aunque la cantidad del desembolso inicial debe todavía convenirse con las autoridades ucranianas.

A pesar de la rapidez con la que los líderes han logrado desbloquear el que se planteaba como el principal escollo de esta cumbre, el debate entre los Veintisiete continuará con los siguientes puntos previstos en la agenda del día, que incluye el apoyo militar a Ucrania, la guerra en Oriente Próximo y la situación de los agricultores de la UE.

Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, explicaba el retiro de su veto tras recibir garantías de que el dinero se utilizará de forma “razonable” y de que se establecerá un mecanismo de control de los desembolsos y que la Comisión realice un informe anual, aunque sin la votación que reclamaba.

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