Estados Unidos vive de lleno la amenaza del terrorismo local

El asalto al Capitolio fue uno de los actos violentos que más conmocionó a los norteamericanos.
photo_camera El asalto al Capitolio fue uno de los actos violentos que más conmocionó a los norteamericanos.
Por primera vez en 16 años la principal amenaza terrorista es local y no proviene ya del exterior

El envío a finales del año pasado de sobres impregnados con fentanilo a varias oficinas electorales de cinco estados norteamericanos pone de manifiesto el enorme problema que representará el terrorismo doméstico en Estados Unidos a lo largo del año electoral que acaba de comenzar en un país cuyos servicios de Inteligencia investigan ahora mismo 2.700 casos de extremismo violento, tres veces más que los examinados en 2020.

Los sobres fueron enviados en noviembre durante el recuento de los comicios locales y algunos de ellos contenían el mensaje “Terminad con las elecciones”. Aunque la droga no afectó a ningún responsable electoral, el incidente demostró que siguen siendo objetivo de estos grupos extremistas, en línea con lo ocurrido tras las elecciones de hace cuatro años y que tuvo en su ejemplo más destacado el asalto al Capitolio el 6 enero de 2021.

Es más, un estudio encargado por el Departamento de Defensa y publicado el mes pasado demuestra que cada vez son más los veteranos del Ejército estadounidense implicados en “grupos extremistas”. Aunque realmente no representaba un incremento significativo en comparación con la población estadounidense en general, el informe criticó la ausencia de “una definición unificada” sobre lo que se entiende por extremismo, lo que ha “dificultado la recopilación efectiva de datos sobre el tema o la creación de estrategias efectivas para gestionar el problema”.

“Por primera vez en sus dieciséis años de historia”, una encuesta anual sobre prioridades de amenazas realizada por el Consejo de Relaciones Exteriores “reveló que la principal preocupación de los expertos en política exterior no es una amenaza extranjera a los intereses estadounidenses sino la posibilidad de terrorismo doméstico y actos de violencia política en Estados Unidos, particularmente en torno a las elecciones de 2024”.

A ello hay que añadir, recuerda el grupo de expertos Soufan, que una cuarta parte de los estadounidenses creen que es al menos “probable” que el FBI estuviera detrás de los disturbios del 6 de enero, mientras que el 30 por ciento de los estadounidenses están “convencidos” de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ganó de manera fraudulenta las elecciones de 2020.

Te puede interesar