Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), elevaron a 17.177 los fallecidos por los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), lanzados en respuesta a la ofensiva de la milicia palestina del pasado 7 de octubre. Así lo confirmó un portavoz del Ministerio de Salud gazatí, que además señaló que la cifra de heridos por los incesantes ataques israelíes escala hasta los más de 46.000. Por otro lado, el mencionado portavoz de las autoridades de la Franja de Gaza lamentó que un total de 350 personas han fallecido y otras 900 han resultado heridas en el enclave palestino tan solo en las últimas 24 horas.
En este sentido, dicha fuente incidió en que la situación sanitaria en Rafá, en el sur del enclave palestino, es catastrófica y que las instalaciones hospitalarias no tienen capacidad para atender a todos los heridos. “La ocupación ataca deliberadamente a las ambulancias y a los equipos de defensa civil. Nos enfrentamos a dificultades para contar a los mártires y a los heridos debido a los continuos bombardeos y a los cortes de comunicaciones”, indicó.
Combustible
Desde el lado israelí, la Oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, anunció que permitirá la entrada de una “cantidad mínima” de combustible en el sur de la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí está concentrando sus operaciones terrestres, para “evitar un colapso humanitario”. “El gabinete de seguridad ha aprobado esta tarde la recomendación del gabinete de guerra de permitir la entrada en el sur de la Franja de Gaza de una cantidad mínima de combustible, necesario para evitar un colapso humanitario y el brote de epidemias”, explica la oficina en su cuenta de la red social X. Las autoridades israelíes han explicado que esta cantidad será determinada “cada cierto tiempo” y en función de las circunstancias.
