Incertidumbre. Esa era la palabra que definía el sentimiento que cofradías, hermandades y fieles tenían en la tarde de ayer en el interior de la iglesia de Cangas. De hecho, todo estaba preparado para cruzar el umbral del portalón. Efectivos de Protección Civil y Policía Local, encargados de la seguridad del recorrido, también estaban ataviados y organizados para el momento. Los directivos aguardaron hasta el último minuto para tomar la decisión que nadie quería, que la Virgen de la Soledad se quedase en casa y no procesionara por las calles del municipio, como estaba previsto. Sin embargo, pasadas las ocho y veinte de la tarde, las condiciones climatológicas parecieron amainar y la comitiva se arriesgó a pisar la calle. Así, las mujeres que la acompañaban, vestidas de riguroso luto con mantilla, abandonaron los bancos situados a los pies de la imagen y partieron en procesión por Cangas.
Hoy Viernes Santo, todos vuelven a mirar al cielo y a la pantalla del móvil para ver seguir las predicciones meteorológicas minuto a minuto. Todo el mundo confía en que la jornada no esté tan revuelta como ayer y que permita la salida de todas las imágenes. La primera, la de Las Tres negaciones de San Pedro a las 7:00 horas y, posteriormente, a las 10:30 horas, la del Santo Encuentro acompañada de la Banda de Música Bellas Artes de Cangas y la de Cornetas y Tambores.
Para empezar la tarde, a partir de las 16:00 horas, el acto no litúrgico denominado la Hora Nona, que por primera vez se celebra en la Semana Santa de Cangas y que representará el momento de la expiración del Señor. A las 20:00 horas será la procesión del Santo Entierro y a la media noche la del Silencio, ambas por el casco urbano cangués.