"La vida es cuestión de prioridades, y ya, con 30 semanas de gestación encima, intento escucharme más de lo que suelo hacer, que es poco". Con estas palabras contaba María Castro en sus redes sociales los motivos por los que conoce la fecha exacta del nacimiento de su tercera hija.
La actriz viguesa ya es madre de dos hijas y, con ambas, tuvieron que realizarle una cesárea. "Preguntáis mucho que por qué digo que quedan siete semanas, si hay embarazos de hasta 41 semanas. Que, ¿por qué lo sé? Es lo que ha decidido mi doctora basándose en muchas cosas".
Y así, Castro contaba los motivos por los que su parto será prematuro y se producirá en la semana 37 de embarazo.
En primer lugar, sabe que será una cesárea, ya que es la tercera y los médicos prefieren no arriesgarse, además, con su hija Olivia estuvo a punto del desgarre uterino. También cuenta que será programado, ya que al pincharle heparina, los días previos a "abrirle" deben bajar las dosis poco a poco para no sufrir trombos, pero al tiempo no llegar anticoagulada a quirófano, ya que supondría un problema el no poder cortar la hemorragia.
Por todo esto, y para evitar sustos de última hora, no esperarán a que su cuerpo se ponga de parto, sino que lo inducirán los propios médicos.
Buenas noticias
Frente a este panorama que podría asustar a María, por otro lado asegura que la pequeña está "grandota", con percentil 74 y un kilo y medio de peso. "Esperamos que aunque le faltarían esas tres semanas estándar de cocción cuando nazca, en estas siete desarrolle los suficientes mofletes para comérnosla a bocados", concluía.
