La Xunta de Galicia reclamará al Ministerio de Sanidad cambios en la normativa que regula los requisitos de acreditación de las unidades docentes de atención familiar y comunitaria, de manera que la Comunidad gallega pueda ofrecer más plazas formativas de Medicina de Familia y paliar así el déficit de estos especialistas (que afecta a toda España). Así lo confirmó la Consellería de Sanidade, tras una reunión de trabajo entre el conselleiro Julio García Comesaña y los jefes de estudio de las unidades docentes de Medicina Familiar de las siete áreas sanitarias.
En el encuentro, el conselleiro abordó y consensuó con los jefes de estudios el contenido del documento que se remitirá al Ministerio de Sanidad, en respuesta a su solicitud de propuestas sobre los requisitos de acreditación de las unidades docentes multiprofesionales de atención familiar y comunitaria. Así, el Gobierno gallego insistirá en la necesidad de cambiar esos criterios para que la mayoría de los centros de salud gallegos puedan acoger residentes de Medicina de Familia.
Normativa rígida
Al respecto, recordó que una de las condiciones, la exigencia de que los centros que acojan residentes tengan un mínimo de 4 médicos de Familia y 4 profesionales de Enfermería, excluye a muchos ambulatorios de Galicia, por la propia dispersión poblacional y el menor tamaño de algunos de los centros. Debido a la “rigidez” de la normativa, lamentó la Xunta, solo un centenar de los más de 450 centros de salud gallegos pueden cumplir los requisitos de acreditación fijados por el Ministerio. Es decir, se quedan fuera de las plazas de formación más del 70% de los centros de Atención Primaria.
Al respecto, considera “incomprensible” que se mantengan las limitaciones en un contexto de escasez de estos especialistas y, además de eliminar la exigencia del número mínimo de profesionales en los ambulatorios, la Xunta propondrá también que la exigencia de Pediatría donde se haga la formación no se limite al centro al que esté formalmente adscrito, sino que se permita el aprendizaje mediante rotaciones en otros centros de salud distintos dentro de la misma área sanitaria.
Por otra parte, se hace una propuesta semejante en relación a los requisitos exigidos a los dispositivos hospitalarios asociados a esta formación, para que buena parte del aprendizaje pueda hacerse en hospitales comarcales y organizando rotaciones en los hospitales de cabecera solo en el caso de las actividades asistenciales no disponibles en los comarcales. Sanidade defendió que sus planteamientos buscan “optimizar la capacidad formativa de la red sanitaria pública gallega”, evitando que se excluya a decenas de centros de salud y a los hospitales comarcales. Si se atienden estos requerimientos, subrayó la consellería, se podría ampliar el número de residentes de esta especialidad que Galicia puede formar cada año.
Comesaña también criticó la decisión del Gobierno de rechazar la posibilidad de ampliar el número de plazas ofertadas si pueden acreditarse más en los próximos meses, y ello a pesar de las reclamaciones no solo del gobierno gallego, sino de otras comunidades autónomas en el seno del Consejo Interterritorial. Así, el BOE recoge la convocatoria de plazas sin contemplar esa posibilidad, lo que “cierra la puerta” al aumento de oferta “en un contexto de déficit generalizado en toda España de especialistas en Medicina de Familia”.
El contenido del documento de propuestas que se remitirá al Ministerio recoge, en esencia, las mismas peticiones que las ya trasldadas hace casi un año, cuando Sanidad inició el trámite de consulta pública previa de una futura orden ministerial reguladora de estos aspectos. “Dado que desde entonces no se han tenido noticias, el Gobierno gallego reitera sus propuestas, ahora con el respaldo de los encargados de coordinar la docencia en este ámbito”, señaló Sanidade.
