La patronal eólica culpa al TSXG de la parálisis al sector
La EGA advierte ante “una reducción progresiva” en la instalación de potencia y generación
Al día siguiente de que la conselleira de Medio Ambiente se felicitase por la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de “agilizar” la respuesta a la consulta del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) sobre la adecuación de los trámites ambientales gallegos a la normativa europea, la patronal eólica gallega alertó de que el sector está en estado “catatónico” por las suspensiones del TSXG.
“Asistimos impávidos a las multimillonarias inversiones que se anuncian en otras comunidades autónomas”, indica la Asociación Eólica de Galicia (EGA). “Una planta de hidrógeno verde en Andalucía superará los 2.000 millones de dólares y creará abundante empleo de calidad, planta que necesita estar alimentada por nueva energía renovable. Una megarred de datos en Aragón que construirá Amazon se acercará a los 16.000 millones de euros en diez años y anuncian cerca de siete mil empleos. En Avilés, la gran fábrica de la compañía Windar Renovables es un proyecto prioritario”.
La EGA también alude a “importantes grupos empresariales chinos que quieren apostar por Galicia, haciendo pedidos para eólica marina e incluso para ubicar fábricas de coches eléctricos, que necesitarán nueva energía renovable”.
Sin embargo, en opinión de la patronal, “Galicia sufre una reducción progresiva de instalación de nueva potencia y de generación en relación con otros territorios de España”.
Ataque al TSXG
Expone la EGA que la potencia acumulada en Galicia en 2010 representaba el 16,3% de España, pero ahora se queda en el 12,7%. “Estamos destruyendo el tejido empresarial y ahogando la implantación de energía limpia y renovable”, recrimina. “Asistimos impávidos a las multimillonarias inversiones que se anuncian en otras comunidades autónomas”, lo que compara con que “hay al menos 32 proyectos industriales en Galicia que demandarán ocho teravatios/hora de electricidad adicional que debe producirse con energías renovables”.
La organización eólica avisa de que “la inseguridad jurídica, con medio centenar de proyectos aprobados rigurosamente por la Xunta, pero suspendidos cautelarmente por el TSXG y a la espera de lo que diga el tribunal europeo nos mantiene en estado catatónico”. “La legislación tiene que ser clara y sencilla”, asevera.
Además, vincula la pérdida de “ocho fábricas de aerogeneradores en los últimos diez años”, a la realidad del sector que describe como “en caída libre”. La Asociación Eólica insiste en señalar las “excelentes oportunidades de desarrollo industrial, empleo estable y rural, precios baratos para consumidores y competitivos para las empresas electrointensivas, independencia energética, atmósfera mucho más limpia” que ofrece el recurso renovable y autóctono.
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