Los agentes de la Guardia Civil investigan la muerte de una mujer en O Barco de Valdeorras. Una amiga suya la encontró en el piso. Fuentes consultadas indicaron que el cadáver fue descubierto con signos de violencia en la vivienda que compartía con otras mujeres, en el segundo piso del número 42 de la Avenida de Eulogio Fernández.
La fallecida, que según fuentes consultadas se llamaba Rosi, tenía 29 años y nacionalidad paraguaya y, según vecinos del lugar, había trabajado en un local de alterne. Los hechos conmocionaron a la villa barquense, que ayer tarde comenzaba las actividades del Cristo 2021.
El cuerpo de la mujer fue hallado en el segundo piso de una vivienda de la avenida Conde de Fenosa. // J.C.
Sobre las 14,00 horas, eran movilizados los agentes de la Guardia Civil, tras el aviso de una compañera de piso. El despliegue despertaba inmediatamente la atención vecinal. Al lugar se desplazaron los agentes del puesto y de la Policía Judicial de O Barco, quienes inmediatamente comenzaron las indagaciones.
También acudió la Policía Local, aunque seguidamente abandonaría el edificio para dedicarse al seguimiento de las actividades del Cristo. Posteriormente llegaría el forense de Verín, quien realizó una primera inspección ocular del cadáver, y la titular de guardia de los juzgados barquenses. Además, al lugar también se desplazaron agentes de la Unidad de Homicidios de la Policía Judicial de Ourense.
El levantamiento del cadáver no sería realizado hasta las 20,35 horas, momento en que el coche fúnebre del Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia) lo recogía para trasladarlo al Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Fue transportado durante la tarde de ayer, quedando en el depósito para permitir que a primera hora de este sábado le fuese practicada la autopsia, que guiará la investigación.
Desde la llegada de los agentes de la Guardia Civil hasta que el cadáver fue trasladado hacia Ourense, el entorno del edificio donde se produjo el suceso congregó a un buen número de personas, interesadas por conocer los hechos acaecidos en el edificio, deteniéndose muchas de ellas algún tiempo para seguir de cerca las sucesivas llegadas de vehículos y los movimientos de los agentes que llevan la investigación.
El alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, tras conocer el fallecimiento de la mujer y la posibilidad de que se encontrasen signos de violencia en la vivienda, decidió la suspensión de las bombas del Cristo y también del desfile de las calantornias y los gaiteiros por la travesía principal de la villa.
