Galicia cerró 2018 con 2.700.330 habitantes, 2.819 menos que el año anterior, pese al crecimiento de su saldo migratorio exterior -la diferencia entre extranjeros que entran y salen de la comunidad-, que asciende hasta 12.884 personas y casi duplica las 6.882 del año anterior.
Este saldo migratorio positivo contrasta con el saldo vegetativo -la diferencia entre nacimientos y fallecimientos- negativo, con una diferencia de 15.854 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El saldo migratorio asciende hasta 13.136 personas sumando el saldo migratorio interior -movimientos dentro del territorio español- positivo, con 252 personas.
De este modo, Galicia ha perdido un 0,1 % de su población, lo que la sitúa muy por debajo de la media nacional -de un 0,59 % positivo- y sólo por encima de Ceuta, Castilla y León, Extremadura y Asturias.
