Consternación y dolor son los sentimientos que envuelven a los vecinos de Cerdedo-Cotobade, el concello en el que en la noche de ayer se precipitó el autocar de Monbus sobre el Lérez, a la altura de Pedre, con 9 personas abordo.
“No hay fuerzas para contar y describir esto. Es una tragedia”, manifestó el alcalde, Jorge Cubela, a Atlántico. “Aunque no hay vecinos afectados, es igual. Hay víctimas mortales, hay familias, y es muy duro todo, sobre todo en estas fechas”, añadió.
Hasta este municipio se han desplazado ya familiares de las víctimas del siniestro, que están siendo atendidos en un espacio habilitado por el Ayuntamiento. “Hay equipos de psicólogos de la Xunta que están ayudándolos a pasar estos difíciles momentos. Nosotros hemos habilitado con carpas de la Agrupación de Protección Civil que depende del ayuntamiento para que puedan estar los servicios con las familias, además del centro de coordinación del rescate”, indió Cubela.
El Concello también corre a cargo del avituallamiento de los equipos de rescate. “Hemos encargado bocadillos, piezas de fruta y bebida para las personas que están trabajando para que puedan hacer un descanso. Estamos colaborando con lo que podemos y con lo que buenamente nos pidan”, comentó el regidor.
Cubela recibió la noticia del siniestro sobre las diez de la noche, cuando se encontraba en familia celebrando la tradicional cena de Nochebuena. Inmediatamente él, miembros de su equipo de Gobierno y Protección Civil se desplazaron al lugar de los hechos para colaborar en el rescate.
Siniestro en una recta
El accidente, según indicó Jorge Cubela, se produjo en una recta. “Aún es pronto para saber cómo fue el accidente. La verdad, es que donde se produjo no tenía mayor problema. La carretera está muy mal, pero precisamente no en la recta donde se produjo”.
Lo cierto es que ayer se dieron todas las condiciones para una tormenta perfecta que desembocó en tragedia. “Llovía mucho, con charcos en la carretera... Hubo una coincidencia de elementos para que se diera una cosa de estas”.
El rescate también está siendo especialmente difultoso. “El río, con mucho caudal y creciendo. Los efectivos solo pueden acceder colgados del puente”.
Ahora, la búsqueda se centra en el rastreo del río, peinando la zona que desemboca, a unos tres kilómetros, en una presa.
