El Entroido ourensano empieza a tomar forma y las expectativas son mejores que el año pasado, cuando quedó en punto muerto, aunque se empiezan a caer algunos eventos, como el Petardazo y el Domingo Fareleiro en Xinzo. Habrá celebraciones, habida cuenta de que Sanidade ya ha anunciado un protocolo para permitirlo, aunque todavía no está muy claro cómo, ya que Saúde Pública señala que son “unas fechas en las que se acostumbra a producirse aglomeraciones”.
A tres semanas de que dé comienzo el ciclo más largo, el de Xinzo de Limia, que se inicia el 5 de febrero, la comisión de este Entroido acaba de promover una reunión con los organizadores de Laza y Verín, con el objetivo de que el Triángulo Máxico unifique posturas, en el sentido de tomar decisiones comunes y, si se realizan o no desfiles y conciertos, que se haga por igual en todas las villas. En Verín y Laza, los cigarrones y los peliqueiros ya llevan días calentando por las calles por lo que pueda venir.
Mientras, en la ciudad van hacia adelante y el Concello anunció ayer que prevé celebrarlo como antaño, con cuatro orquestas, dos grandes desfiles, conciertos y una Praza Maior “chea” de viernes a martes.
Las villas son más cautas. Xinzo sigue a la espera, como Verín y Laza. Viana y Vilariño siguen pensando en salir a las calles, pero han aplazado la Mascarada, que se iba a celebrar a finales de enero, y se traslada a marzo, previendo que entonces la situación será mejor. Manzaneda mantiene en pie el desfile, aunque el alcalde, Amable Fernández, muestra dudas con la comida “na que se xuntan 1.000 persoas, aínda que esperamos que daquela a situación sexa moito mellor”.
Los concellos del “Triángulo Máxico” están preocupados, pues estas fiestas duran mucho más que una semana. “Comenzamos antes que el resto y ya le pedí a la gerencia sanitaria que ponga encima de la mesa este hecho”, dice Elvira Lama, alcaldesa de Xinzo. La villa limiana, que tiene el “ciclo entroideiro” más largo, ya ha acordado cancelar el tradicional “Petardazo” en la Praza Carlos Casares, los desfiles -también el de los niños- y, al menos, una de las patas de la tradición de la villa, el domingo “Fareleiro”. “Algunas cosas, por sentido común, están totalmente descartadas”, explica la regidora.
RUBIAL: “É MOI PREMATURO”
Tomar decisiones es difícil. El gerente del área sanitaria, Félix Rubial, ve “moi prematuro” elaborar ya un protocolo, porque “en tres semanas, a situación pode variar moito”. En todo caso, muestra seguridad en que “será obxecto de análise polo comité clínico” la elaboración de un protocolo seguro. Aunque las aglomeraciones podrían obligar a dar “pasos atrás”, reconoce que “nalgúns concellos, dous anos sen Entroido serían unha catástrofe”.
En Verín no hay novedades. El Concello se planteaba un Entroido sin eventos multitudinarios ya antes del ómicron, pero la situación sanitaria frenó sus planes y espera por las medidas de la Xunta. “A nosa ilusión sempre é celebralo, pero o primeiro é a saúde e, de momento, non podemos falar dunha organización”, apunta Emilia Somoza, concejala de Cultura. Mientras, los cigarrones ya calientan desde hace días, como en Laza, donde los peliqueiros, tras tomar las uvas en Fin de Año, acudieron a la Praza da Picota a poner las chocas y dar la bienvenida al año. También el pasado viernes estuvo entrenando un grupo de ellos. La Comisión del Entroido y la Asociación EnLazados se reunirán con el Concello próximamente para ver las líneas a seguir. Ya tienen cartel. Están a favor del diálogo que les ha propuesto la Comisión de Xinzo, para valorar entre todos la situación, pero subrayan que “despois cada un terá que valorar o seu, pois cada sitio ten as súas características”. n
Reportaje realizado por: Brais Iglesias, Paula Palomanes, Concha Caneiro y Reme Martínez.
