Bartolomé Pidal Presidente de Nortempo

"Hay que enseñar a los jóvenes a asumir riesgos y perder el miedo al fracaso"

Bartolomé Pidal, presidente de Nortempo.
photo_camera Bartolomé Pidal, presidente de Nortempo.

Bartolomé Pidal se formó durante muchos años en la Ciudad de los Muchachos, donde llegó a ser alcalde y donde se forjaron algunas de las habilidades que serían decisivas en su futuro profesional: gestión de personas, organización de equipos, compromiso y pasión por el trabajo. Guarda muy buenos recuerdos de aquel período y en la actualidad preside la Asociación Cultural Padre Silva, que busca recuperar el legado de Benposta, "los de mayor esplendor del Circo de los Muchachos", y al que considera predecesor del Circo del Sol. Además, preside la Asociación de Empresarios Conso-Freiras y ha creado una ganadería de vacuno “Tres reinos” para potenciar la raza frieiresa, al borde la extinción hasta hace pocos años. En 1991 fundó Nortempo, empresa de referencia en la gestión de recursos humanos. Tiene 70 oficinas   en España, Portugal y Colombia, y da empleo a casi 300 personas.    

¿Cómo se busca empleo en tiempos de covid? 
Hay que buscarlo como siempre: con insistencia y perseverancia. La búsqueda de empleo es un trabajo en sí mismo en el que no se puede desfallecer. Pero también hay que estar bien formado. Es importante conocerse bien a uno mismo y orientarse hacia aquellas parcelas donde, por su formación y experiencia, al candidato le resultará más fácil encontrar empleo.

¿Qué cambios nos va traer la pandemia al mercado de trabajo durante los próximos años?
Se avecinan cambios profundos en el mercado laboral, pero también a nivel de toda la sociedad. Estamos asistiendo a un proceso de digitalización acelerado, por lo que vamos a necesitar a muchas personas que se formen en el ámbito de las nuevas tecnologías. Además, estamos viendo cómo el teletrabajo se ha hecho un hueco en muchos sectores y eso requiere flexibilidad, tanto para las personas como para las empresas que tendrán que adaptarse a esta nueva realidad.     

Nos había dicho que la formación era esencial para encontrar trabajo y además que iba a ser el trabajo para el que nos habíamos formado pero no siempre es así. ¿Qué ha fallado?
Tenemos un problema en el país cuando la formación que ofrecemos a nuestros jóvenes no está alineada con las necesidades que tiene el mercado laboral. Una prueba de ello es que en estos momentos, con tasas tan altas de desempleo, hay puestos que no se pueden cubrir, muchos de ellos en el ámbito de las tecnologías. 

Muchos tiran la toalla optan por dejar su vida y empezar en otro país. ¿Es esa la opción que nos espera para los próximos años?
Se trata de un fenómeno que ocurre en España, pero que también en el resto de los países de nuestro entorno. Las empresas son cada vez más globales y los jóvenes han entendido que la movilidad puede ser buena para el desarrollo de su carrera profesional. Los jóvenes tienen una mentalidad más abierta y están dispuestos a aceptar nuevos retos en otros países. Se trata de otro de los cambios del mercado de trabajo que se consolidará durante los próximos años. 

Faltan emprendedores en nuestra economía. ¿A qué se debe o qué habría que cambiar?
Creo que habría que apoyar más a la figura del emprendedor, tanto desde la administración, haciendo más fácil la creación de empresas, como desde las entidades financieras apoyando estos procesos. La propia educación debería fomentar desde pequeños el emprendimiento y enseñarles a los más jóvenes a asumir riesgos y eliminar el miedo al fracaso. Esto está cambiando y nosotros desde la Fundación Nortempo hemos impulsado varios programas en esta línea.   

¿Cuáles son las demandas del mercado en estos momentos? 
En estos momentos la demanda del mercado está orientada hacia expertos en tecnología, marketing, comercio electrónico y logística. A pesar de la situación de pandemia y de la crisis que ha provocado el coronavirus en estos sectores hay muchas posibilidades de encontrar empleo.   

¿Qué cualidades debe tener el candidato perfecto, el que todas las empresas quieren?
Hoy están muy de moda las denominadas soft skills, las habilidades blandas. Una persona debe estar bien preparada, pero además se buscan candidatos proactivos, capaces de trabajar en equipo, inquietos en el sentido de que estén preocupados por formarse de forma constante, flexibles, independientes, capaces de adaptarse a nuevos entornos, resilientes y comprometidos con su empresa. 

Nuestros políticos están debatiendo sobre la reforma laboral y su derogación.  ¿Cuáles son las necesidades de nuestro mercado de trabajo? 
Siguen siendo las mismas. Nuestro mercado laboral necesita flexibilidad y nuestros políticos insisten en encorsetarlo. La sociedad y el mundo en el que nos movemos necesitan estructuras muy flexibles y ágiles, pero sin que por ello nos olvidemos de los mecanismos de protección laboral, como los ERTEs que se han aplicado ahora en muchas empresas.  

Las empresas de trabajo temporal tienen mala prensa. ¿Es merecida esa visión?
Yo creo que no. Es cierto que hemos tenido siempre mala prensa y el índice de temporalidad tan alto ha contribuido a ello. Pero pienso que hay mucho desconocimiento sobre el trabajo que hacemos. Nosotros somos auténticos dinamizadores del mundo laboral. Estamos favoreciendo la cadena de  contratación. Somos expertos recolocadores, buscamos los perfiles que las empresas necesitan y los encajamos con quienes demandan un empleo. Además, en el caso de Nortempo vamos más allá, porque uno de nuestros propósitos es formar en función de las necesidades del mercado laboral. 

¿Se puede vivir encadenando trabajos temporales?
Sí, sin duda. Hay personas que buscan la temporalidad porque trabajando seis meses pueden dedicar el resto del año a otras actividades que les llenan más. En otros casos no es una temporalidad buscada, pero son personas que cambian de empresa con facilidad porque existe una alta demanda en su sector. Ha desaparecido ya ese concepto de que un trabajador entra en una empresa y se va a jubilar en ella. Eso hoy es muy difícil porque la vida media de una empresa ha bajado hasta los siete año. En cualquier caso considero que temporalidad no es lo mismo que inestabilidad.  
 

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