El debate sobre la situación sanitaria llega al Parlamento gallego

Ana Pontón, líder del BNG, partido que promovió la iniciativa.
photo_camera La líder del BNG, Ana Pontón.
El PP cree que la oposición busca desgastar a la Xunta, mientras BNG y PSOE hablan de “colapso”

Con motivo de la celebración del debate en el Parlamento con el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, los partidos se preparan para ofrecer hoy sus alternativas. El BNG pretende mostrar que tiene una “alternativa” de gestión sanitaria frente a un PP que es “un peligro para la salud de los gallegos” al buscar “beneficiar lo privado”. Así lo avanzó la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, tras mantener una reunión con la Plataforma SOS Sanidade Pública, que convoca una manifestación el 12 de febrero en Santiago por la Atención Primaria.

Pontón, tal y como expresó en una comparecencia junto al portavoz de SOS Sanidade Pública, Manuel Martín, espera que el conselleiro no acuda al Parlamento “con autocomplacencia”, sino a “poner encima de la mesa alternativas” con las que “rectificar” sus políticas que llevan al “colapso” del Servizo Galego de Saúde (Sergas).

En este sentido, la líder del Bloque explicó las propuestas nacionalistas en la línea de “blindar por ley la financiación” en Atención Primaria y fijarla en un mínimo del 25% del gasto sanitario, tal y como recomienda la OMS; así como habilitar “un plan de choque” para este mismo servicio “con 200 millones de euros inmediatos”.

Además, reclama una ampliación de la cartera de servicios de la Primaria con más profesionales, entre ellos psicólogos clínicos, y que la Xunta asuma “las competencias al 100 por 100” en planificación sanitaria, concretamente en  formación MIR.

En este contexto, alertó de que la Atención Primaria gallega “está en la UCI, literalmente”, como “resultado de 13 años de políticas, recortes y privatización del PP”. Para reforzar su postura, ofreció datos: el gasto en Atención Primaria se sitúa “en el 14%” del total dedicado a sanidad y se sitúa en “300.000 euros menos que en 2009”.

El portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, indicó que la manifestación convocada por la Plataforma SOS Sanidade Pública y respaldada por los grupos de la oposición busca “desgastar” a la Xunta en “periodo preelectoral”.

Así se pronunció el dirigente popular después de que la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, se reuniese con una representación de la plataforma SOS Sanidade Pública encabezada por su portavoz. Puy reprochó el “intento de hacer de la sanidad una cuestión política” y consideró que pese a que él respeta “al cien por cien” el derecho de movilización, este tipo de actuaciones son poco positivas para resolver problemas”.

La manifestación evidencia para él que quienes lo convocan desconocen la verdadera problemática en el sistema sanitario de Galicia o que “simple y directamente es una operación de desgaste en periodo electoral a un gobierno que no es responsable directamente de la situación” ni de la falta de médicos.

 El diputado del PP recordó además que tanto el gasto sanitario como el número de profesionales que trabaja en el Sergas es “superior al 2009”, cuando gobernaba el bipartito PSOE-BNG.

Además, Puy rechazó hablar de “recortes” y reconoció que “hay problemas” en áreas determinadas como en Medicina de Familia y Comunitaria, alegando que “tiene que ver, entre otras cosas, con la inexistencia de una especialidad de Urgencias” que reclaman al Gobierno central.

Sobre la situación sanitaria, el portavoz del PSdeG, Luis Álvarez, insistió por otra parte en que existe una “situación de crisis absoluta en el sistema sanitario” que están derivando en “manifestaciones para demandar soluciones” que parece que ni el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ni su conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, “están entendiendo”.

Ironizó con que quizá “el señor Feijóo le acaba de mandar un mensaje al señor Rueda” con sus declaraciones respecto a que cualquier dirigente que no entiende lo que está pasando en su país debe “abandonar la política”. El portavoz del PSOE cree que esta afirmación se puede aplicar a los dirigentes de la Xunta que “no están entendiendo lo que está pasando”.

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