El uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, más allá de intervenciones puntuales, tendrá que esperar. El PSOE rechazó junto con el PP, Vox y Ciudadanos reformar el reglamento de la Cámara para que puedan utilizarse en toda la actividad parlamentaria, a pesar del apoyo de Unidas Podemos, Más País y Compromís y nacionalistas gallegos, vascos y catalanes.
En el Senado es donde “se tratan los aspectos de carácter de comunidad autónoma, de carácter territorial”, defendió el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, mientras el que diputado socialista gallego Guillermo Meijón reconoció en el pleno que hay margen de mejora de su uso en la Cámara Alta.
El Senado, con el apoyo de los socialistas, tomó en consideración una propuesta muy similar en septiembre, de JxCat, que solicitaba aumentar su implantación en el pleno y las comisiones. Entonces contó con el voto favorable del PSOE pese a que la ponencia de la ley sigue sin activarse.
En el hemiciclo todos los diputados de estos partidos intervinieron en su lengua propia, y mientras los de ERC, JxCat, BNG y la Cup tuvieron que abandonar la tribuna al ser amonestados tres veces por el vicepresidente primero de la Mesa, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, los del PNV, EH Bildu o PDeCat decidieron traducir simultáneamente sus argumentos.
Los nacionalistas han recordado en una declaración conjunta que la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias, aprobada por el Consejo de Europa en 1992, establece el derecho a usar las respectivas lenguas, tanto en la vida pública como privada, y lamentaron su futuro “crítico”.
Los diputados vascos, gallegos, catalanes o valenciano reiteraron que las lenguas cooficiales son “invisibles”, algo que ven “intolerable” y lamentaron que a la hora de la verdad “la España plural no existe”. Los diputados advirtieron de que ayer quisieron expresarse en catalán, euskera y gallego para evidenciar la prohibición que pesa sobre estas lenguas y de que podrían volver a expresarse así para mantener esta reivindicación viva. Pablo Echenique, en fabla aragonesa, argumentó que “España es un país de países y eso le hace mejor, en nuestro país se hablan muchas y hermosas lenguas”.
PP, Vox y Cs criticaron que los nacionalistas quieran imponer sus lenguas a todos los españoles y argumentaron que su implantación en el Congreso supone un elevado coste económico en tiempos de crisis. “Olvídense de nosotros si lo que quieren es balcanizar el Congreso”, afirmó el diputado del PP Miguel Ángel Pérez, al tiempo que el de Ciudadanos José María Espejo dijo: “Aquí reivindican los derechos que ustedes niegan a los niños en Cataluña”. Desde Vox el diputado Juan José Aizcorbe recordó que él tiene dos lenguas propias, pero que en el Parlamentario “hay que hablar castellano”.
