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Absueltos los acusados del homicidio de Pontedeume

El matrimonio, llegando el jueves a la sede judicial.
photo_camera El matrimonio, llegando el jueves a la sede judicial.

El jurado ve probadas las eximentes de miedo insuperable y legítima defensa del matrimonio

n n n El jurado popular absolvió en la tarde de ayer al matrimonio acusado del acuchillamiento del joven al que habían sorprendido en su vivienda de la localidad coruñesa de Pontedeume en 2011 al considerar que concurrían las eximentes completas de legítima defensa y miedo insuperable. Esta semana se desarrolló en la sala primera de la Audiencia de A Coruña el juicio oral contra J.A.F.C. y M.C.F.G. por el homicidio de Fernando S.G., que había entrado en su domicilio en torno a las 02,30 horas de la noche del 10 de julio de 2011.
El jurado considera culpable de homicidio al marido, por haber clavado al joven el cuchillo que posteriormente ocasionó su muerte en un lugar cercano al domicilio, y también a su mujer como cooperadora necesaria, pues le proporcionó el arma, pero sostiene que concurren las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable y su veredicto ha sido la libre absolución de ambos. Tras casi nueve horas de deliberación desde las diez de la mañana, el jurado emitió su veredicto casi a las siete de la tarde y de manera unánime, para lo que fue necesaria la reproducción del testimonio de las médicas forenses y de los hechos.
Los seis hombres y las tres mujeres que han integrado el jurado piensan que la acción de estas dos personas de 68 y 67 años, respectivamente, no fue "sorpresiva" ya que creían "que iban a ser atacados", explicó el portavoz del jurado. Entienden, además, que "la utilización del cuchillo en las circunstancias era proporcionada" y también advierten que cuando aquella noche se levantaron de la cama con un intruso en su hogar desconocían el número de personas que habían allanado su morada.

eximentes clave
Sostienen, por tanto, que concurren las dos eximentes clave, después de que ellos mismos hubiesen confesado que causaron la herida que a la postre fue mortal para la víctima, que son el miedo insuperable y la legítima defensa, con sus tres requisitos: los que se defienden no provocaron, hay una agresión ilegítima -en el momento en que entran en su casa- y una necesidad de defenderse. 
La magistrada leyó el fallo previo a emitir una sentencia y desveló "la absolución al concurrir en su actuación las eximentes completas de legítima defensa y miedo insuperable". n 

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