La presidencia española de la UE, el reto en plena campaña
El Gobierno inicia el semestre español al frente del Consejo de la UE con el 23J como gran incógnita
España tiene ante sí el reto de cerrar o dar un buen empujón a dosieres de gran peso durante susemestre al frente del Consejo de la Unión Europea, como las reformas de las normas de control de déficit y deuda o del mercado eléctrico, la revisión del presupuesto 2021-2027 para disponer de más recursos para seguir ayudando a Ucrania o el pacto de migración y asilo.
La reforma de las normas de control de déficit y deuda de la UE es el dosier económico de mayor peso político que tendrá que negociar España. El objetivo es llegar con un acuerdo a 2024, cuando volverán a aplicarse unas reglas congeladas desde 2020 primero por la pandemia y luego por la guerra en Ucrania.
Bruselas ha propuesto una reforma que deja más margen para que los países negocien sus sendas de ajuste, a cambio de multas más frecuentes aunque menos cuantiosas, pero Alemania reclama -con el apoyo de un puñado de socios- que se fijen porcentajes fijos de reducción de deuda para los países con ratios más elevadas.
Francia, Italia y otros países rechazan estos recortes automáticos y ponen el acento en dejar espacio para inversiones que la UE ve primordiales, como la transición ecológica. El reto para España será tender puentes para lograr el equilibrio entre consolidación fiscal e impulso al crecimiento al que aspiran los Veintisiete.
También antes de finales de año debería estar aprobada la revisión del presupuesto 2021-2027 de la UE, en la que la Comisión ha pedido a los países 66.000 millones de euros adicionales, sobre todo para ayudar a Ucrania y cubrir los mayores costes de la deuda emitida para financiar el fondo de recuperación.
España tratará de avanzar además todo lo posible en el Pacto europeo de Migración y Asilo, propuesto en 2020, siguiendo la hoja de ruta a la que se comprometieron el pasado septiembre las instituciones europeas para aprobar ese pacto antes de las elecciones europeas de 2024.
Uno de los grandes expedientes de la presidencia española será por otra parte la reforma del mercado de la electricidad de la UE. Las capitales -y en particular Francia y Alemania- difieren sobre a qué tipo de consumidores podrían trasladar los países el “exceso” de recaudación y sobre si el dinero se podría utilizar para actualizar o ampliar centrales nucleares existentes, aunque hay otros aspectos polémicos, como la propuesta de España para prorrogar el tope de ingresos a las tecnologías inframarginales como renovables o hidráulica.
Una de las principales normas que Bruselas quiere aprobar durante la presidencia española es la ley de inteligencia artificial, pionera en el mundo, con la que la UE quiere fomentar el desarrollo de esta tecnología pero evitando a la vez los posible riesgos que puede causar en cuestiones éticas y en la vulneración de derechos fundamentales. La presidencia española representará a los Estados miembros en las negociaciones para pactar el texto definitivo de la directiva que pretende mejorar las condiciones laborales en plataformas digitales.
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