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El informe médico forense concluye que no es conveniente que el expresidente de la Junta, José Antonio Griñán entre en la cárcel para cumplir la condena de seis años de cárcel por los ERE, debido al cáncer de próstata que padece.
En el informe, la forense señala que los posibles efectos secundarios en el tratamiento hormonal y de radioterapia, así como las frecuentes revisiones a las que va a ser sometido, “parecen poco compatibles con la dinámica carcelaria” y con la vida en prisión.
Indicó que el diagnóstico de cáncer produce un derrumbe psíquico en la persona y que el ingreso en la cárcel “no ayuda” a afrontar una enfermedad de esta entidad. Este informe se realizó a petición de la defensa de Griñán, que pidió la suspensión de la entrada en prisión del expresidente por el diagnóstico reciente del cáncer, y sobre él deben pronunciarse la Fiscalía y las acusaciones personadas.
La recomendación forense es que Griñán no entre en la cárcel hasta que se confirme la remisión, en su caso, del cáncer, por parte de los Servicios de Urología y de Oncología Radioterápica. La forense, del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, especifica que el diagnóstico es “muy cercano en el tiempo” y que el tratamiento no se llevó a cabo aún, por lo que se trata de “un análisis predictivo” porque desconocen cuál será la evolución.
No tiene dudas de que el diagnóstico de cáncer produce un derrumbe de la estructura psíquica de cualquier persona y provoca una incertidumbre “enorme” respecto al tratamiento y evolución, unos datos “difícilmente valorables desde un punto de vista objetivo”.
Sí presume que el ingreso en la cárcel no ayuda a afrontar una enfermedad de esta entidad, que requiere de apoyo familiar y social, algo que es “necesario e incluso imprescindible”.
Además, se trata de una enfermedad muy grave, de la que existen posibilidades de curación, pero como no se realizó todavía el tratamiento, se desconoce la evolución tras la toma de la medicación de la radioterapia, los posibles efectos secundarios e incluso las consecuencias adversas, que podrían conllevar la remisión de la enfermedad o un pronóstico “más desfavorable”.
Recordó que actualmente el tratamiento de cáncer es eficaz en un alto porcentaje de casos, salvo algunos muy agresivos o que están en estadios terminales.
Sin embargo, aunque la forense indica que Sanidad Penitenciaria puede hacer frente a cualquier demanda médica, considera que los posibles efectos secundarios del tratamiento, así como las habituales revisiones médicas, “parecen poco compatibles con la dinámica carcelaria, esto es, la vida en prisión, que tiene sus propios requerimientos para los penados”.
Ante esta noticia, reaccionó el portavoz del Grupo Vox en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, que consideró que si el expresidente de la Junta José Antonio Griñán puede “recibir tratamiento” en prisión para el cáncer de próstata que padece debería “entrar”, porque “es la misma situación en la que están otros muchos presos en toda España”.
Gavira insistió en que “existen muchos presos en Andalucía y España con ese tipo de enfermedad, que entran y salen de la cárcel para recibir sus tratamientos, y que hacen vida absolutamente normal, más allá de su situación carcelaria”, al tiempo que advirtió de “los daños colaterales que esta resolución puede generar para otros presos que estén en la misma situación de Griñán”.
“Esto no es un tema de tener o no sensibilidad, esto es un tema de justicia y aquí hay una sentencia judicial firme, en un procedimiento con todas las garantías democráticas y queremos que se cumpla”, aseveró Gavira, quien recordó que “la corrupción no se indulta” y que “el daño psicológico tampoco puede ser un argumento para intentar eludir” el cumplimiento de una condena. Además, recordó que “el tema de los ERE en Andalucía es una cuestión muy sensible”.
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