Nuria Quintana (Madrid, 1995) volvió al set de Atlántico TV con su segunda novela, “El jardín de Olavide”. Vigo, ciudad en la que residió durante su infancia, ya acogió su estreno en la literatura con “La casa de las magnolias”.
¿Cómo da el salto a esta nueva novela?
Como la anterior, esta es protagonizada por mujeres y también transcurre en dos épocas temporales. Tenía muy claro que quería ambientarla a finales del siglo XIX, porque se daban las condiciones sociales que quería explorar. Unido a las visitas al jardín del capricho, que está en Madrid, donde descubrí que había una gran historia detrás y a la existencia de una fotografía que quería que rescatasen del pasado creo un todo y fui tirando del hilo hasta que tomó forma.
Las mujeres vuelven a ser las protagonistas, pero también víctimas de convencionalismos y de los propios secretos de familia.
Creo que los secretos de familia son nudos que se quedaron en el pasado sin resolver, a veces desaparecen y otras veces necesitan ser solventados y alcanzan la actualidad. Aquí, Josefina se ve obligada a desvelar uno de estos secretos a su hija Julia, que no solo le ayuda para comprender y humanizar a sus antepasadas, sus errores y sus silencios y a reencontrarse con su hija Candela, con su madre y con ella misma.
En esta segunda novela se nota más cómoda al escribir, ¿afianzó su estilo?
Intento pulir y perfeccionar mi forma de escribir. En esta novela me he sentido con más confianza.
Tiene una narrativa directa, sin florituras, pero muy descriptiva.
Es descriptivo e intento que también sea emocional. Quiero que a través de todo lo que describo la gente visite el jardín sin conocerlo y que sepa lo significó para la protagonista.
Muchos consideran que hace literatura para mujeres, ¿dirige su obra a este público concreto?
No es algo que yo decida de antemano. Me planteo la historia que quiero contar, la cuento y es posible que sea al final consumida por un lector determinado, pero sin dirigirme a un perfil previamente porque sería condicionarlo.
Como en “La casa de las magnolias” en esta novela deja un final abierto, ¿habrá segunda parte?
En principio no. Es cierto que mucha gente me dice que podría retomar la vida de Cristina tras “La casa de las magnolias”, pero cuando pongo el punto y final, todo lo que la historia me tenía que contar ya me lo ha hecho.
¿Cómo son las primeras reacciones de los lectores?
Estoy muy contenta de mi paso por las ferias del libro. Los lectores dicen haber encontrado mi seña de identidad, que era algo que me preocupaba en esta segunda obra.
¿Tiene en mente una tercera novela?
La cabeza del escritor no para y ya le estoy dando vueltas a otro proyecto. Aún está de forma muy abstracta, en proceso de documentación, pero podría estar ambientada en un bosque, otra vez hacia el norte.
