“Sin tapujos, salté del audiovisual a la escrita por una cuestión de posibilidades, es un medio para llegar al público”, explica la novelista viguesa
Lara Serodio acaba de sacar su novela “La piel infiel” en una nueva colección de Planeta y publicó en audiolibro un segundo título en este formato, “El día sin mañana”. La escritora viguesa, afincada en Barcelona visitó el set de Atlántico TV para hablar de su trayectoria y de sus proyectos literarios.
¿Qué tal se siente de vuelta en casa?
Vuelvo cada vez que puedo. Es bonito sentirse de dos sitios a la vez, pero es pisar Galicia y de repente aflora el acento, la morriña y todo a la vez.
Combina el formato en papel con el audiolibro. ¿Le gusta explorar todos los ámbitos?
Estrenar en audiolibro es un poco la historia inversa porque lo normal es que llegue primero al papel, pero la primera vez que publiqué en este formato fue porque no encontraba una casa editorial. Al final tuvo mucho éxito.
Tanto éxito como para estrenar sello en Planeta.
N de planeta es un sello pequeñito, que nace para dar cabida a autores no muy conocidos y incluso noveles. Es una edición muy cuidada, en la que pretenden sacar un título al mes. Es una experiencia diferente.
¿Es la prueba de que en la literatura hay que insistir?
Es difícil encontrar un lugar. A veces, dicen que hay autores que llegan, venden todo y tienen la vida solucionada. Pero no es tan fácil, hay que ser fiel a uno mismo, que el lector sepa a qué te dedicas.
Explora géneros diferentes. ¿Huye del encasillamiento?
Más que el género es la historia que quiero contar y a medida que la voy trazando, me doy cuenta de qué género requiere. Tiene que ver con la edad de los personajes, con el tono. Empecé con comedia porque a los 20 años lo tomas todo más a la ligera. Es cierto que si se es poco consistente el lector se puede despistar o se pueden perder los lectores a los que solo les interesa un género. Pero a mí me gusta darle a todo.
Lo que sí es una constante son las protagonistas femeninas con personalidad, incluso polémicas.
Me gusta crear personajes femeninos fuertes, no en el sentido de que no tengan fallos. La gracia es que sea una persona a pie de calle que tenga una evolución y que crezca, con la que los lectores puedan sentirse identificados y puedan empatizar.
¿Hay temas tabú en la literatura?
No diría tanto como tabú, pero hay temas que resultan incómodos, que remueven al lector, pero son necesarios. Los libros además de entretener también son para pensar. No creo que haya temas tabú, pero sí temas que non encuentran público. “La piel infiel” es erótico, pero también habla de la muerte de un hijo, algo que no es fácil de tratar.
¿Algún nuevo proyecto a la vista?
Tengo dos que mezclan historias con géneros totalmente diferentes. Por un lado, me apetece volver a la comedia, después de dos dramas seguidos. Pongo a mujeres en situaciones complicadas y vemos cómo salen de ella. Por otra parte, voy a abordar la tercera edad. Perdí a mis abuelos con el covid, no me pude despedir de ellos. Quiero hablar de la soledad.
Eso sí que podría ser un tema tabú.
Sí que incomoda. Pero no me apetece hablar sobre ello, más que meterme en la piel de ellos y enfocarlo desde el punto de vista de la juventud. Yo aún me considero joven y quiero analizar cómo vamos a acabar en el mismo sitio. Parece que hasta que no llegamos al final lo ignoramos. Es el edadismo, no les hacen casos, se sienten solos. Voy a sacar a mis abuelos como musos.
¿Cómo dio el salto del audiovisual a la escrita?
También sin tapujos, fue una cuestión de posibilidades. Me formé en el cine, pero las historias se quedan en un cajón, los guiones que no salen. Es un proceso costoso que involucra a todo un equipo. Pensé que las novelas podían ser un medio para conseguir llegar al público, las historias navegan igual.
Sus novelas conservan ese enfoque audiovisual. ¿Pensó en llevarlas a la pantalla?
Estamos en ello. Sería un viaje muy bonito, haber tendido guiones, del que salieron novelas y que luego puedan ser guionizadas. Es una carambola. Lo cierto es que muchos lectores me dicen que con mis libros es como si estuviese leyendo la película.
