Javier Babé: “Los antiguos marineros fueron los que dieron la forma al mundo”

Javier Babé en el set de Atlántico TV.
photo_camera Javier Babé en el set de Atlántico TV.
Javier Babé es capitán de barco y se ha propuesto cruzar el Atlántico navegando como en el siglo XVII

Javier Babé es capitán de barco con 41 travesías oceánicas a sus espaldas. Dirigió la primera expedición española a la Antártida en 1982 y ahora participará en el “Reto Astrolabio” para cruzar el Atlántico guiándose solo con instrumentos del siglo XVII. Partirán desde las Rías Baixas a finales de este mes hacia Canarias y desde allí navegarán al otro lado del océano mientras filman un documental.

 

 

¿Cómo surgió esta idea?

Siempre tuve la curiosidad de ver cómo se las apañaban los marinos renacentistas y anteriores al siglo XVIII, cuando ya hay una mejora del conocimiento matemático que permite hacer una navegación más o menos científica. Antes ni los instrumentos ni los conocimientos eran lo suficientemente amplios para poder hacer una navegación muy efectiva y, sin embargo, estos maravillosos marineros fueron los que dieron forma al mundo como lo conocemos. Mi admiración por ellos es enorme, tenemos muchas aventuras increíbles poco conocidas por el público.

¿Cómo se orienta uno en el medio del mar de esta manera?

Cuando no tienes una forma de situarte porque no hay tierra a la vista, que es lo que pasa en el océano abierto, tienes que recurrir a los astros. Ya lo hacían desde los fenicios, pero tienen unas limitaciones enormes. Los instrumentos que había hasta el siglo XVII básicamente eran de forma principal el astrolabio y el cuadrante y la ballestilla. Estos instrumentos tienen unos enormes problemas y carencias en exactitud y son muy dependientes de las circunstancias. Solamente valen para hallar una de las dos coordenadas terrestres, la latitud. Todo ello con cierta imprecisión y un día que esté nublado o el barco se mueva mucho son muy complicados de usar y no siempre muy fiables.

¿Cómo va a ser el trayecto?

La parte de navegación oceánica la consideramos desde Canarias, haremos la salida desde la isla de la Gomera, que es muy significativa en los viajes oceánicos, fue de la que salió Colón. Y vamos a una isla pequeña del Caribe que ponemos como punto de recalada que se llama La Deseada. La elegimos porque esto es un reto. Yo mismo no sé si voy a ser capaz de cumplir esa especie de apuesta que hago conmigo mismo de que voy a llegar dentro de unos márgenes de error mínimos después de 5.000 kilómetros sin ver costa a esta isla. Es la primera que veríamos salvo que cometa errores. Yo creo que lo voy a hacer bien, pero no hay nada seguro. Si tuviese la certeza ya no sería un reto.

¿Cómo será el barco y cuánta gente va a participar?

"La Peregrina" es un velero con el cual ya he hecho muchas travesías del Atlántico. Vamos a ir ocho personas, de las cuales cuatro ya han hecho travesías atlánticas conmigo, es ya una tripulación de veteranos. Después vienen cámaras profesionales y de audio para hacer el documental. Creemos que además de la navegación hay muchas cosas que se pueden dar a conocer de cómo se alimentaban en esa época, con las grandes limitaciones que había en todo y las grandes penurias que pasaban en las navegaciones largas por la falta de agua o comida, el escorbuto, que fue un problema enorme. Todo esto vamos a ir relatándolo en el documental. Creo que son cosas muy interesantes.

Participó en la primera expedición española a la Antártida. ¿Cómo fue la experiencia?

Soy capitán de la Marina Mercante y en un momento dado vi que mis sueños y mi ambición no solo era ir de un puerto a otro, sino que era la navegación a vela y el buceo, mis dos grandes pasiones. Hubo un momento en que dejé la Mercante y me embarqué en un proyecto de construir un velero ya un poco importante. Construí uno de 32 metros, de tres mástiles, la goleta "Idus de Marzo". En este barco surgió la oportunidad de hacer la primera expedición española a la Antártida. Fue un viaje que tuvo un éxito enorme y repercutió muchísimo en los medios de comunicación. Era lo que se pretendía, porque España estaba en el Tratado Antártico, pero como miembro adherente, no tenía derecho a voto. Para obtenerlo tenía que realizar una expedición, entonces nosotros fuimos los que rompimos el hielo de esta gran incógnita.  Fue un viaje muy duro, porque salimos fuera del verano austral.

¿Después de tantos años qué es lo que le sigue llamando del mar?

Es una sensación difícil de explicar. Yo cuando mejor me siento personalmente es cuando tengo por horizonte el océano. Me siento muy a gusto en medio de la mar y tengo una sensación de bienestar enorme. Creo que es un poco como una adicción.

Te puede interesar