El presidente de Ahosvi, Iván Sánchez, visitó ayer el set de Atlántico TV para comentar la actualidad del sector y las expectativas de cara a la temporada alta, que comienza con la Semana Santa.
Vigo no solía ser un destino receptor en Semana Santa hasta hace varios años. ¿Qué ha cambiado?
Hay una notoriedad, que llega gracias al fenómeno de las luces. Si hay que buscar un porqué, está ahí. Cuando alcanzas un nivel de notoriedad, empiezas a estar en la cabeza de la gente a la hora de buscar un sitio al que ir. Entre la gente que viene en Navidad hay personas que repetirán en otra época del año o que incluso lo recomiendan a otros. El simple hecho de estar sonando provoca que la gente tenga una pulsión que a lo mejor puede cristalizar en una visita.
Llega la temporada alta. ¿Cuáles son las expectativas al respecto en los hoteles de la ciudad?
En Vigo la anticipación de la reserva no es elevada. Sabemos que en agosto vamos a estar prácticamente llenos, pero eso se produce cerca de la fecha, pero lo que ya estamos notando es un tráfico de búsquedas más elevado de lo que suele ser habitual para los meses de julio y agosto. Eso es una noticia muy buena para nosotros porque el año pasado ya tuvimos un agosto de récord, por lo que este año no va a ser menos. Vamos a tener otro verano de récord.
En la hostelería se habla mucho de falta de trabajadores para estas épocas de mayor carga de trabajo. ¿Ocurre lo mismo en los hoteles?
Nosotros funcionamos mucho con turismo urbano. En las ciudades hay una línea de trabajo más horizontal que en destinos de playa, que hay muchos picos. Donde tenemos más dificultades para encontrar gente es en los departamentos de restauración, sobre todo cuando entramos en las épocas de verano, en las que hay muchos eventos. Es algo que no está resuelto de todo.
La Navidad se ha convertido en una época de gran afluencia turística en Vigo. ¿Ha superado ya al verano como los meses de mayor facturación?
En Navidad se juntan dos temas: la ocupación hotelera y los eventos relacionados como cenas de empresa. No estamos todavía al nivel de precios ni ocupación sostenida que puede tener agosto, pero estamos en el camino. El pasado mes de diciembre hubo entre los días 1 y 10 récords absolutos de visitantes e incluso de demanda y precios.
¿Les preocupa el auge de las viviendas turísticas en la ciudad? ¿Cree que habría que ponerles freno?
Yo siempre digo que aunque los negocios hoteleros son distintos a las viviendas de uso turístico, puede haber un sitio para todos porque la ciudad va para arriba. Pero tiene que haber cierto orden, y lo que nosotros percibimos es que la progresión ha sido demasiado elevada, hay ya más plazas en viviendas turísticas que en hoteles. Ahora mismo no hay ningún tipo de impedimento a seguir sumando plazas y viviendas de uso turístico y se produce cierto descontrol que, cuando hay ciertos picos de ocupación se genera una situación poco deseable por exceso de afluencia. Creo que hay que pensar cuál es el modelo turístico que queremos. Los establecimientos hoteleros estamos sometidos a un nivel de control y legislación que las viviendas turísticas no tienen y se genera un nivel de competencia que creo que no es justo de todo.
