Iván Fernández: “A cualquier edad, el trabajo es acercar a los jugadores a su sueño"

Iván Fernández pasó por la redacción de Atlántico la pasada semana.
photo_camera Iván Fernández pasó por la redacción de Atlántico la pasada semana.
“En A Madroa hay un modelo desde un fútbol combinativo; Claudio se lo ha trabajado mucho", dice el entrenador del Vizela sub-23 y ex de la cantera del Celta

 

¿Cómo le llega la oportunidad de entrenar al equipo sub-23 de un club en la máxima categoría?

Me coge en un viaje de un torneo con el Celta. Me llega un mensaje de si estaría dispuesto. Hasta ahí estaba en A Madroa y tenía mi trabajo en Intersport. De jugármela al fútbol, tenía que ser algo a lo que me pudiera dedicar profesionalmente. Llegamos a un acuerdo y ahí estamos.

Cerca de casa.

No llega a hora y media de camino. Estoy viviendo allí pero todas las semanas paso por Vigo. Tengo niños y eso me hace estar yendo y viniendo, pero no se hace duro.

¿Cómo está organizada en Portugal esa liga sub-23?

Es parecido a Inglaterra. Los equipos profesionales de primera y segunda categoría se pueden apuntar en la categoría sub-23. Al final tienes a Benfica, Sporting, Braga… Igual que el Celta tiene ahora el C, estos clubes portugueses tienen un filial y este conjunto sub-23.

Y al Vizela le está yendo muy bien.

No nos podemos quejar. En la primera fase, que se divide entre norte y sur, quedamos de primeros y ahora estamos en la fase de campeón, en la que vamos cuartos peleando con los grandes. Tenemos que ser conscientes de que somos el Vizela peleando en medio de trasatlánticos. Visitas la casa del Benfica y es una ciudad deportiva no más pequeña de cualquiera de las que hay en España.

El club estará contento, porque al primer equipo le está costando la permanencia en Primera.

Se trata de acercar a nuestros chicos al primer equipo. Hemos tenido la suerte de que Abdul ya ha debutado con ellos. Ese es el objetivo y, luego, todo lo que puedas ganar y lo más arriba que puedas estar, mucho mejor para la formación de los futbolistas.

Un trabajo de cantera que usted conoce bien, tras seis años en A Madroa. Riqueza para un entrenador.

Ahora estoy en el paso anterior al primer equipo y antes, con los chicos más pequeños. Al final, el trabajo es el mismo. Tienes que intentar acercarlos a su sueño de ser futbolistas. Obviamente, el trato es distinto pero lo básico es ayudarles a llegar. 

¿Es un reto como técnico tener esos dos registros?

Llevó entrenando 12 años y empecé en el Cristo de la Victoria, mi barrio de toda la vida, con los niños pequeños. Es algo muy gratificante. Después llegó la oportunidad de estar en el Celta, con niños ya elegidos y la posibilidad de jugar por toda España. Ahora estoy con mayores pero no sabría decir qué prefiero. Eso sí, ahora vivo de ello y en categorías inferiores es más complicado.

¿Es complicado dar ese paso de profesionalizarse?

Sí lo es. Hay que ir preparándose para cuando tengas tu oportunidad, que no sea porque te falta un título. De momento, lo estamos haciendo pero esto es fútbol: un día deja de entrar la pelotita y ya parece que no estás tan preparado y que no vales.

Está en un Vizela muy galleguizado: De la Barrera primer entrenador, Fran Noguerol segundo, Toni Dovale director deportivo… ¿Ayuda en el día a día, aunque todos ellos hayan llegado después que usted, ya con la temporada iniciada?

Sí que ayuda. Tengo mucho trato diario con ellos. Todos somos de hablar de fútbol y de acercar posturas, tanto del equipo de ellos como del nuestro. Espero que el primer equipo se salve. Están haciendo un buen trabajo pero las dinámicas de resultados son difíciles de cambiar.

¿Cómo es la dinámica de trabajo en la cantera del Celta?

Tienes todos los medios para trabajar. Hay una metodología a seguir pero también puedes poner tu parte como entrenador. Existe esa libertad dentro de que hay un modelo de juego a seguir. Puedes variar cosas buscando lo que todos: que los chicos compitan desde un fútbol combinativo. E intentar que lleguen lo más lejos posible.

¿Sigue la carrera de sus exjugadores?

Sí. Es una costumbre que tengo desde los chicos del Victoria. Ahora, hay niños que están cerca de un Celta B. O incluso alguno que tuve en el Victoria que ahora está en ese filial celeste: Fer López. Yo lo subía conmigo porque era más pequeño que los míos. Metido en este fútbol de base, es de las cosas que te llenan: ver que están tan cerca de cumplir su sueño.

También se genera un grupo de compañeros entre los entrenadores. Uno de ellos, el actual técnico del Celta B, Claudio Giráldez. 

Era uno más de nosotros. Todo lo bueno que le pueda pasar, ojalá le suceda. Va a tener opciones porque está haciendo una carrera muy buena. Se lo ha trabajado mucho también. Ahora está recogiendo lo que ha sembrado muchos años.

Y dar pasos como el que está dando usted ahora, de riesgo. ¿Uno se plantea cuánto tiempo está dispuesto a arriesgar?

Es complicado. Si esto me coge con 20 años, cambiaría el cuento. Ahora tengo una familia y arriesgo dentro de lo que es posible. En Vizela están contentos conmigo. No sé cómo quedará la cosas para la temporada que viene, aunque lo más probable es que nos quedemos allí. Siempre pendiente de que pueda salir alguna cosa mejor.

¿Es habitual en Portugal el paso del entrenador del equipo sub-23 al primero?

Se dio en cantidad de equipos. El entrenador que acabó la pasada temporada en el primer equipo del Vizela era el que la inició en el sub-23. Pero no estoy pensando en eso a día de hoy. Tengo la cabeza centrada en mis sub-23, en quedar lo mejor posible, en competir contra esos grandes equipos. Después, está claro que a todos nos gustaría entrenar en Primera División, pero con los pies en el suelo. Hay que ir dando pasos.

¿Qué tipo de entrenador es Iván Fernández? ¿Apuesta por un estilo o es más ecléctico?

La adaptabilidad es lo que más me caracteriza. Si tengo que decir una palabra sería competitivo. Desde muy pequeño lo fui y es lo que trato de llevar a mis equipos: que seamos capaces de competir todos los partidos tengas a quien tengas delante. Tengo la suerte en Vizela de que encajé en un grupo que me sigue. Es muy importante, porque llegas sin conocer a nadie y el grupo desde el primer día entendió la idea: primero vamos a competir y después cada vez iremos jugando mejor. Las cosas se fueron dando.

Una parte fundamental de ser entrenador, la gestión de grupos.

Puedes plantear lo que quieras y si los jugadores no te siguen, no hay nada que hacer. Tienes que saber que los protagonistas son los futbolistas. Les das herramientas  para intentar ganar pero tiene que hacer una labor muy grande de psicólogo. Muchas veces, te paras y te dices: dedico más tiempo a hablar que a otra cosa, esta semana me toca con éste y con éste… Pero sí, ver que las cosas salen es gratificante.

Para terminar. ¿El Celta se mantendrá o no esta temporada?

Sí. Los resultados no están siendo los que todos quisiéramos y, a lo mejor, el juego no es el que todas quisiéramos. Pero le va a dar para salvarse. A los tres de abajo también les está costando y no va a hacer falta hacer tantos puntos para salvarse. Eso sí, tiene que servir para saber que si acumulas años así, acabas cayendo.

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