Eva Vera: "Se suele asociar la cultura gitana con la pobreza, porque los más visibles son los que viven en chabolas"

La Fundación Secretariado Gitano, que lleva ya dos décadas asentada en la ciudad, eV. Su responsable autonómica, Eva Vera, visitó Atlántico TV para hablar de las conquistas sociales de esta entidad.

Han recibido la medalla Pardo Bazán recientemente. ¿Qué significa para ustedes este reconocimiento?

Es un reconocimiento que nos viene a decir que estamos haciendo las cosas medianamente bien. Estamos muy contentos, sobre todo también porque es un premio muy enfocado al trabajo que hacemos en relación a la promoción de la mujer gitana.

¿Qué labor realiza la Fundación Secretariado Gitano?

Siempre decimos que somos una entidad intercultural, pues nuestros equipos están formados por gente tanto gitana como no gitana, y multidisciplinar, de diferentes perfiles profesionales. Lo que queremos es dar una atención integral a las personas y a las familias. Sí que es cierto que centramos mucho nuestra labor en la cuestión educativa, es decir, que los niños gitanos consigan el título de la ESO y continúen los estudios postobligatorios y todo lo que tiene que ver con la FP y el acceso al mercado laboral a través de nuestro programa de empleo.

¿Qué actividades realizan en Vigo?

Aquí tenemos implantados nuestros principales programas: Ceder, que es de acceso al mercado laboral; Promociona, que es el de éxito educativo; el programa Calí, que nos da vía de entrada a la medalla Pardo Bazán; y luego uno de acción social específico de Vigo, el programa Cais, que trabaja mucho con las familias, en especial con los jóvenes, en todo lo que tiene que ver con los hábitos de vida saludable y prevención de conductas adictivas.

¿Tienen estimaciones de cuántos gitanos residen en Vigo?

No hay ningún censo, pero sólo en el área de Vigo viven unas 3.000 o 3.500 personas de etnia gitana.

¿El número crece o decrece?

La población gitana sigue teniendo una pirámide poblacional diferente a la sociedad mayoritaria. Es muy joven y las familias siguen teniendo muchos niños, 2 o 3, por lo que su crecimiento demográfico es más elevado que el de la Galicia.

¿Ha cambiado mucho la percepción de la sociedad sobre la etnia gitana en los últimos años?

Se ha notado mucho porque han cambiado muchas cosas, pero hay cosas que vemos que todavía no están suficientemente asentadas, pues vemos que ante la menor crisis económica vuelven a aparecer ciertos comportamientos. Hay mucho desconocimiento de la cultura gitana y eso lleva a tener muchos prejuicios. Nosotros lo notamos, sobre todo, a la hora de acceder a una vivienda, y luego en el acceso a los bienes y servicios habituales. Por ejemplo, los comportamientos a la entrada de un supermercado son distintos, en un aeropuerto, en un control de tráfico... Se tiende a pensar que todas las personas gitanas son iguales y se tiende a asociar la cultura gitana con la cultura de la pobreza, porque al final los gitanos que a veces son más visibles son aquellos que viven en asentamientos chabolistas.

La integración va a más, entonces.

En los últimos 20 años ha habido un cambio exponencial. Entonces había una gran falta de escolarización y ahora mismo es prácticamente total. No quiere decir que haya un éxito educativo, pero sí que cada vez más niños y niñas acceden a estudios postobligatorios. Y cada vez hay más adultos que retoman los estudios y acceden a un puesto de trabajo normalizado.

¿Qué deberes quedan por hacer?

Nosotros ahora mismo tenemos dos retos importantes sobre los que estamos trabajando: la parte educativa, pues creemos que todavía falta dar un paso más para que los chicos y chicas gitanas no sólo titulen, sino que continúen estudios postobligatorios y accedan a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones; y el acceso a la vivienda. Galicia es la comunidad autónoma con más asentamientos chabolistas en términos relativos, y una sociedad moderna como la nuestra no se puede permitir que haya personas que vivan en una situación de pobreza tan gruesa.