Berta Álvarez: “La idea es jugar la fase este año y ojalá podamos ascender”

Nuevos tiempos para el oval de la ciudad. El Vigo Rugby abre una nueva etapa coincidiendo con su trigésimo quinto aniversario. Y, por primera vez en su historia, caminará liderado por una mujer. Berta Álvarez (Ourense, 1980) acaba de ser designada presidenta, tras más de media vida ligada a la entidad, en la que ocupó todo tipo de roles: desde jugadora, hasta directiva, pasando por la coordinación. Ahora releva a Xoán Martínez en la más alta responsabilidad del club.

¿Cómo afronta esta nueva etapa?

Estoy aterrizando aunque ya estaba en la directiva. Los proyectos que hay ahora mismo en el club no me pillan de sorpresa y ya era un poco partícipe de ellos. De hecho, yo gestionaba algunos directamente desde el área de coordinación de categorías, así que no me pilla fuera de juego. Pero sí que es cierto que no era algo que estuviese pensado o planificado.

¿Cómo sucedió?

Fue Xoán (Martínez, el anterior presidente) el que me propuso coger el cargo. Al principio me chocó un poco porque no me lo esperaba, la verdad. Por temas personales y de negocio, él lo quería dejar. Llevaba cinco años, quería dar el relevo y me propuso a mí sustituirlo.

¿Tiene una idea del sistema administrativo que le toca asumir?

Yo ya le dije a Xoán que lo tendría de soporte porque si no conoces, te vas encontrando con las cosas según van surgiendo. Pero bueno, los temas administrativos y todo eso los gestionábamos entre todos en la directiva y algunas cosas ya me sonarán. Y si no, pues nada, tenemos ahí al tesorero, al secretario y al resto para ir capeando un poco todo.

Como en cualquier club, uno de los problemas que más preocupa es tener financiación.

Pues sí. Este año renovamos patrocinios porque justo terminaban las dos temporadas que teníamos. Esperamos renovar con todos los que ya estaban y añadir alguno nuevo. Al final, siempre hace falta más de lo que de lo que puedes conseguir. De hecho, tenemos un proyecto para hacer un gimnasio, un centro de entrenamiento propio del club, y nos falta un poco de presupuesto para poder llevarlo a cabo.

Para no depender tanto de los horarios de la Universidad. Sobre todo en horas lectivas, que siempre condiciona.

A nivel de entrenamiento de campo, no hay tanto problema. Sí que es cierto que la Universidad nos deja usar el gimnasio con limitaciones porque somos muchos y tampoco puedes meter a todo el equipo a la vez. Pero claro, los jugadores y jugadoras son amateurs, con sus trabajos y obligaciones, y el horario en el que pueden entrenar no siempre es compatible. Es difícil y de ahí la idea de una instalación propia.

¿La idea deportiva es intentar volver a categoría nacional con trabajo de base?

Hace años que se decidió descender cuando estábamos en División de Honor B. También coincidió con la pandemia y demás. Realmente, sin tener una base sólida de cantera tienes que tener un presupuesto muy alto para poder competir a ese nivel. La idea fue trabajar la academia y se ha hecho muy bien. Ahora mismo, un 70% de las fichas del club son de la escuela y el otro 30% son del equipo sénior masculino y femenino.

El equipo viene de lograr buenos resultados e incluso renunció a la fase de ascenso.

Decidimos no jugarla porque el año pasado casi ascendemos por incomparecencias y por retiradas de otros equipos. De hecho, nos lo ofrecieron y decidimos que no porque no estábamos todavía preparados. Este año sí que consideramos que podemos ir a más y la idea es jugar la fase y ojalá que pudiésemos ascender. Si no, habrá que seguir trabajando pero la idea sí que es ascender con el sénior masculino y en un futuro, con el femenino.

Con todos los jóvenes que tienen, también es importante que lleguen a la élite.

Sí. De hecho, tenemos el caso de Lucía del Campo, que se fue a estudiar a Estados Unidos con una beca de rugby y le ha ido muy bien. Otro chico también se fue allí. Son cosas chulas del trabajo de cantera.

¿Cómo está actualmente el equipo femenino?

Las fichas han crecido un 25% la temporada pasada. Sobre todo, en categorías inferiores. En todos los equipos de la escuela tenemos tenemos niñas y eso está muy bien. Pero si ya es difícil que lleguen a sénior en chicos, imagínate ellas, que son menos. Seguiremos trabajando, pero hace falta más captación. Incluso de 16 para arriba porque es la edad en la que pueden jugar en sénior.

¿Cómo ha cambiado desde que usted empezó?

Entonces era otra cosa. Muy diferente. Aunque no tanto como quisiéramos, ha ido evolucionando estos últimos años. También porque el club ha cambiado un poco su forma de tratar a los equipos y a las diferentes categorías. Ahora se puede decir que hay igualdad. Seguiremos trabajando en esa línea. Pero recuerdo que no teníamos ni camisetas casi para jugar. Recuerdo una polémica de cuando entré porque me hicieron una entrevista y dije que jugábamos con trapos con cuello. Le sentó bastante mal a la directiva.

Si ya es difícil juntar ahora un equipo, imagino que entonces…

Es que ni siquiera jugábamos a 15. Se jugaba a 12. Por suerte ya desde hace años que se juega según el reglamento.

¿Tuvo que explicar muchas veces que jugaba a rugby?

La verdad es que no tengo mucha pinta de jugadora de rugby, pero jugaba de primera línea. También es cierto que adelgacé bastante desde entonces por temas de enfermedad. Me descubrieron que era celíaca y bajé un montón cuando dejé de tomar gluten. Acabé de apertura, o sea que bastante distinto.

Se lo preguntaba porque tampoco es un deporte que esté muy normalizado. Y más en 2003.

Si ya no era normal un hombre, pues una mujer en un deporte de contacto era raro.

¿Tuvo que explicárselo a sus padres?

Mi padre me vio un día de lejos y dijo que no volvía más. Y mi madre no quiso ni ir a ver ningún partido. Eso ocurre a veces, que muchas chicas quieren jugar y los padres no les dejan. Es un deporte de contacto y desde fuera se ve como mucho más rudo de lo que realmente es. Si entrenas, no es tan lesivo. Yo antes hacía patinaje artístico y me hice bastante más daño. Y eso que es un deporte de ‘señoritas’, por así decirlo. Es una cuestión de desconocimiento.

El propio contacto te prepara para prevenir esas lesiones graves.

Sí que es cierto que, al ser un deporte amateur, la gente no está concienciada de entrenar por su cuenta. Piensa que con lo que hace en el club llega. Pero sí que hay que estar preparado físicamente para prevenir esas lesiones. De hecho, hemos incorporado la figura del preparador físico -y tenemos previsto ampliarle las horas- para que tengan unas pautas para ir al gimnasio porque es algo que no se tiene tan asumido como antes.

Al jugador lo que le gusta más es jugar, ¿verdad?

Es la parte divertida. Me toca correr por encontrarme mejor en el partido y estar mejor físicamente pero no porque me guste. Sobre todo, los delanteros, que les gusta menos correr. Pero, por tu propio bien y por no tener lesiones, es imprescindible hacer entrenamientos por tu cuenta.