Economía

Vulcano entrega su último barco y se encamina a su liquidación inminente

El astillero vigués, rumbo a la desaparición al concluir para Trasmediterránea su último buque, el "Valle del Teror", que tras cargar combustible y vehículos en Bouzas partirá hacia Algeciras .

El astillero Vulcano entregó su último barco, el ferri "Villa de Teror" a Trasmediterránea, que tras cargar combustible y vehíclos en Bouzas saldrá hacia Algeciras. Esta operación supondrá probablemente el final de Vulcano, que pedirá la liquidación. Trasmediterránea prevé iniciar a principios de julio la ruta Motril-Nador (Marruecos), cuyos billetes ya están a la venta. Una vez entregado el barco, aunque con retraso debido a las negociaciones de los "últimos flecos económicos" (que han durado varios días), la presentación de la solicitud de liquidación en el juzgado mercantil es "inminente".La liquidación de este astillero, que este año cumple un centenario, es la única vía que contemplan los sindicatos para que haya alguna esperanza de supervivencia. Aunque no se ha concretado públicamente ninguna oferta, varias fuentes apuntan al interés de algún inversor por hacerse con las instalaciones. El Puerto prevé recuperar la concesión para ampliar Guixar si no hay ofertas para continuar con la factoría naval. Los representantes de los trabajadores insisten en que su "prioridad" es que los nuevos dueños "mantengan también la unidad productiva" y los puestos de trabajo. 

La historia del barco que ayer entregó Vulcano es de película. Interminable porque lleva seis años en las instalaciones de la factoría viguesa y ni siquiera se empezó a construir desde cero. El 'Villa de Teror' llegó a Vigo en junio de 2013. Por aquel entonces no tenía nombre, era solo el casco de un futuro ferri que se empezó en Astilleros de Sevilla y que heredó Vulcano después de quebrar la compañía hispalense. El primer cliente -la naviera finlandesa Viking Line- canceló el contrato así que el astillero de Teis continuó con la obra mientras buscaba un comprador para el navío, un armador noruego que también optó por una cancelación del pedido debido a los continuos retrasos en el mismo. El último interesado llegó en 2017 cuando Trasmediterránea firmó la operación para hacerse con el ferri que tenía que haber sido entregado hace un año. Fue ayer cuando por fin se consumó la firma, tras duras negociaciones entre la naviera, el astillero y el Banco Santander y una plantilla muy desgastada que ve como su empresa desaparece.

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