Por cada coche nuevo que se vende en la provincia -Vigo concentra el grueso de las operaciones-, se comercializan cuatro de segunda mano. Es la tónica que marcó el mercado automovilístico en 2022 y apunta a que seguirá así en 2023. Por lo pronto en enero se vendieron 583 unidades en toda la provincia de vehículos nuevos y 2.430 usados, según los datos hechos públicos ayer por las patronales Anfac y Ganvam.
El mercado de ocasión inició el año con una bajada de las ventas de un 5,7% a nivel provincial, en línea con la media gallega (-5,5%) frente al incremento experimentado en el conjunto de España donde aumentaron un 1,8%. No obstante, el sector achaca esta ligera subida a las operaciones procedentes de flotas de alquiler, el rent a car y los operadores de renting.
Los concesionarios y vendedores muestran su preocupación por que la mayor parte de las transacciones de vehículos se siguen concentrando en los modelos de más de 10 años, que representan el 55,6% de las operaciones. “Es una tendencia que se está cronificando”, argumenta Anfac, que no espera que la situación cambie en los próximos meses. Ganvam recuerda que la edad media de las ventas de coches usados registrados en enero superó los 11 años, “lo que evidencia la necesidad de poner en marcha medidas para frenar el envejecimiento del parque automovilístico, incentivando el achatarramiento de los modelos más antiguos y contaminantes”.
Respecto a las fuentes de energía, las ventas de vehículos usados diésel bajaron un 3,3% en enero, mientras que los de gasolina aumentaron un 6%, los turismos eléctricos puros descendieron un 7% y los híbridos enchufables de ocasión crecieron un 47%.
Por comunidades autónomas, el mercado de segunda mano descendió en un total de 13 de las comunidades de todo el país y aumentó en cuatro, cocnretamente en Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha y Aragón. En Galicia las cuatro provincias gallegas registraron números negativos con un descenso de un 4,6% en A Coruña, un 7% en Lugo, un 6,5% en Ourense y un 5,7% en Pontevedra.
