Trabajadores de Metalships urgen una intervención pública del astillero

El astillero Metalships vivió ayer su primera jornada de la huelga indefinida convocada por CCOO, UGT y CIG ante la última ola de despidos (7 personas) y la escasez de de trabajo. Las instalaciones estuvieron vigiladas por un grupo de trabajadores que colgaron pancartas sobre el fin que auguran al astillero ante “la falta de compromiso del empresario”, Manuel Rodríguez, propietario de Grupo Rodman. “Todos vemos el desmantelamiento de la empresa”, indicaba el presidente en funciones del comité, José Antonio Fernández Vila, cuyo despido hace un año está pendiente de resolución judicial. El portavoz de los trabajadores transmitió la “gran preocupación” que existe sobre el futuro de la compañía, que hace unos días recibió la visita de un astillero holandés interesado en el dique.

Los delegados sindicales acudieron este lunes a la sede de la Inspección de Trabajo en Vigo para “denunciar la situación de represión sindical que se está viviendo en Metalships”. “No vamos a permitir este castigo por defender los derechos de los trabajadores y que el negocio del empresario se base en la precarización laboral”, indicó Juan Carlos López, responsable de la federación de industria de CC OO en Galicia, que lamentó que “la Consellería de Industria esté desaparecida”.

Desde UGT, el secretario comarcal de industria, Rubén Pérez, hizo un llamamiento a las administraciones –Xunta y Autoridad Portuaria- para que intervengan y “velen por la viabilidad del astillero y la capacidad de producción que languidece en los últimos años”. “La Inspección de Trabajo también tiene que tomar cartas en el asunto, no puede ser que una situación de dificultad económica no propiciada por los trabajadores se resuelva con decisiones unilaterales como los despidos”. Su homólogo en la CIG, Xulio Fernández, auguró que Metalships “va por el mismo camino de la desaparición que Barreras y Vulcano, que supondría un golpe muy duro para el sector” y acusó a la Administración de “dejar caer” el astillero que prescindió de casi una treintena de trabajadores en los últimos años.

La empresa asegura estar trabajando en la consecución de contratos de construcción de barcos y en la mejora de las cuentas, en números rojos desde 2016 y pérdidas de 2,2 millones en 2022.