El riesgo de paradas favorece las vacaciones de Stellantis Vigo

Trabajadores de la factoría automovilística en el taller de baterías eléctricas.
photo_camera Trabajadores de la factoría automovilística en el taller de baterías eléctricas.
La plantilla de la factoría viguesa disfrutará de tres semanas consecutivas de descanso en verano, como habían solicitado los sindicatos para evitar arrancadas y paradas

La plantilla de Stellantis Vigo, formada más de 6.400 personas, disfrutará finalmente de tres semanas consecutivas de vacaciones en verano. Será la última de julio y las dos primeras de agosto. Este es el planteamiento que la empresa había propuesto inicialmente solo para los operarios de la línea 1 de producción y que finalmente hace extensivo a los trabajadores del sistema 2 y también los del cuarto turno (fin de semana), tal y como había solicitado el comité. 

 

 

Todos los sindicatos con representación en la planta automovilística -SIT, UGT, CC OO y CUT- habían demandado a la dirección de la compañía que el periodo de descanso estival fuera de tres semanas seguidas ante el riesgo de paradas de producción que todavía persiste en la fábrica, con el fin de evitar arrancadas y paros intermitentes como ocurrió el año pasado, cuando la factoría tuvo que suspender la actividad tras el regreso de las vacaciones en agosto por la falta de componentes. Los representantes de los trabajadores entienden, además, que este periodo extenso es el único que garantiza una desconexión real tanto física como psicológica del trabajo, según confirman a este diario fuentes del comité.

 

 

Stellantis Vigo prevé alta actividad para los próximos meses con un nivel de producción elevado y con el problema de suministro de componentes cerca de resolverse, si bien todavía está latente. Así lo confirmaba hace unos días el director de la planta, Ignacio Bueno, que admitió que con las paradas que lleva este año -más de 60 turnos cancelados y unos 20.000 coches que se dejaron de fabricar-, va a ser difícil superar el nivel de 2023, que fue de más de 530.000 vehículos. 

Por otra parte, el sindicato CUT se hizo eco de la publicación del salario del CEO del grupo, Carlos Tavares, que ascendió hasta los 36,5 millones de euros el año pasado. La central sindical lo califica de “inmoral ante la exigencia de ayudas públicas” por parte de la compañía y critica que la multinacional “se aprovechó del eslogan competitividad para reducir las condiciones sociales y económicas de los trabajadores”. La CUT considera que “no se recompensaron todos los esfuerzos de la plantilla teniendo en cuenta la rentabilidad del grupo". Stellantis obtuvo el año pasado un beneficio récord de más de 18.600 millones de euros.

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