La flota de Malvinas, integrada por 16 buques con empresas adscritas a la Cooperativa de Armadores de Vigo, cierra su mejor ejercicio al conseguir una cifra récord, impensable hace algunos años, con 100.000 toneladas de calamar capturados en la suma de las dos campañas. La invernal, en el hemisferio sur, que finaliza hoy, se ha saldado en cifras provisionales con más de 45.000 toneladas y capturas de un tamaño considerable. A esta cifra hay que añadir las 55.000 toneladas de la primera operación para alcanzar la cifra redonda.
La mayoría de los buques ya han finalizado la pesca salvo excepciones y a partir del lunes tomarán el camino de vuelta los últimos que quedan en la zona y con las bodegas llenas. No obstante, la mayoría del producto se traslada hasta Vigo en mercantes tras realizar en alta mar la transferencia. Han sido tres meses de duro trabajo, pero que han tenido un resultado espectacular que confirma que el caladero está en buenas manos: después de dos décadas de explotación, a un ritmo de dos campañas por año, no hay el menor síntoma de agotamiento, al contrario, gracias a la gestión adecuada de los recursos que se ha mostrado correcta. Prueba de ello es que el Gobierno de Falkland (el nombre británico para el archipiélago que reclama Argentina) acaba de publicar en su boletín el acuerdo de continuidad con la flota viguesa por otros 25 años a través de sociedades mixtas. Por tanto, lo que ya se esperaba tiene plena oficialidad. Un buen negocio para las dos partes, que ha permitido que Malvinas/Falkland sea el territorio del mundo con mayor renta: hay que anotar que solo tiene 2.800 residentes, además de la presencia permanente y abrumadora del Ejército británico tras la guerra con Argentina.
Nuevos barcos
La continuidad del acuerdo significa, por un lado, que se mantendrá el ritmo con dos programas anuales, así como el control del recurso siguiendo las pautas establecidas, y que, por otra parte, será posible poner en marcha el proceso de renovación de la flota, una vez garantizada la continuidad. Los nuevos barcos ya están en proyecto. El presidente de la Cooperativa de Armadores, Javier Touza, que como el resto del sector pesquero ha pasado una semana muy dura con el conflicto con la UE por el veto a la pesca de fondo, asunto todavía por resolver, destacaba el enorme éxito de la pesquería y que las autoridades de las islas australes están de acuerdo en renovar las “joint venture” con los armadores de Vigo.
Señala Touza que este caladero es un ejemplo de pesca sostenible -los calamares tienen un ciclo vital muy corto, apenas de un año- y que además han conseguido alcanzar un acuerdo sobre aranceles que les permite no tributar la entrada del producto en territorio comunitario, pese a llegar de aguas británicas, ahora país tercero, hasta 75.000 toneladas. Con todas estas buenas noticias, cree que se puede dar por seguro que en un plazo de dos a tres años se completará el cambio de los actuales buques congeladores por otros más modernos y capaces.
“Las empresas ya están en ello, tras el acuerdo con Falkland que garantiza estabilidad y la posibilidad de afrontar grandes inversiones que necesitan tiempo para que sean viables”, señala Javier Touza, quien siempre utiliza el topónimo británico y no el español para denominar a las islas. Reconoce que ya puede respirar tranquilo tras haber sido publicado en el boletín: 25 años más de explotación conjunta “siempre con nuestros socios de Falkland por delante", precisa.
