Huelga violenta del metal en Vigo con varios disturbios y cargas policiales

Cargas policiales en la quinta jornada de la huelga del metal. // Vicente Alonso
photo_camera Cargas policiales en la quinta jornada de la huelga del metal. // Vicente Alonso

Los manifestantes cortaron los accesos a la factoría de Stellantis, donde se produjeron los enfrentamientos

La quinta jornada de huelga del metal comenzaba ayer en Vigo de manera pacífica con una manifestación sin apenas incidentes que se tornó violenta en la recta final desembocando en una batalla campal junto a la fábrica automovilística de Stellantis (ajena al conflicto del sector). Hubo lanzamiento de botellas de cristal, piedras y bengalas y varios coches aparcados en la zona sufrieron rotura de lunas y abolladuras. Se llevaron a cabo varias cargas policiales con el fin de reducir a los violentos, una minoría dentro de los manifestantes.  Según la Policía en la marcha hubo 3.000 personas, se realizaron varias identificaciones e incluso se levantaron actas a algunos manifestantes.

 

Poco antes de las dos de la tarde la marcha transcurría por la Avenida de Citroën donde el ambiente se empezó a caldear hasta que se toparon con una barrera de contención organizada por los antidisturbios que les impedía acceder a la puerta principal de la fábrica. En un primer momento se produjo un enfrentamiento verbal entre varios manifestantes que llegaron a las manos entre ellos. Minutos después volaban cascos de botellas de cerveza y piedras que provocaron la primera carga policial y una espantada de la mayor parte de los huelguistas que abandonaron la zona mientras que otros cruzaron el río Lagares donde se produjo una persecución por parte de los agentes policiales que cargaron en diversas ocasiones con pelotas de goma.

Altercados en las puertas de Stellantis Vigo

Era hora punta, coincidiendo con el cambio de turno de la factoría de Balaídos, y numerosos vecinos se vieron sorprendidos por los actos que ensombrecieron lo que iba a ser una jornada de huelga pacífica. “Vemos posible que se desbloquee el conflicto”, decían los sindicatos al inicio de la manifestación que generó un caos de tráfico en gran parte de la ciudad, desde As Travesas,  Castrelos, Balaídos, Florida y el polígono de O Caramuxo. En este punto empezaron los primeros incidentes con la quema de varios contenedores y lanzamiento de petardos contra una empresa del metal que estaba trabajando. Al grito de “esquiroles”, la marcha avanzó por la zona industrial sin apenas actividad. 

“No hay problema ninguno con los piquetes, los trabajadores van a la huelga de manera voluntaria”, apuntaba Xulio Fernández (CIG), que insta a la patronal a “dejar de lanzar comunicados incendiarios que lo único que hacen es dividir”. “Se le acaban las excusas, tienen que convocar sí o sí". Desde UGT también apelan a que “la parte empresarial recupere el sentido y negocien un convenio con condiciones dignas". “La pelota está en su tejado”, señala Rubén Pérez, secretario comarcal de la federación de industria. “No es el mismo escenario que en 2009 cuando había poca carga de trabajo y estábamos en crisis, ahora hay muchas empresas que nos dicen que entienden nuestras reivindicaciones”, señala el responsable de industria en CC OO, Celso Carnero, que se sumó a la petición unánime sindical de sentarse a negociar “sin condiciones”, manteniendo la huelga. Hoy nueva jornada de paro.

Te puede interesar