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PSA Vigo recupera el cuarto turno y roza ya los 6.000 trabajadores

Las dos líneas de producción de PSA Vigo donde se ensamblan furgonetas, monovolúmenes, sedanes y el nuevo todocamino (dcha).
photo_camera Las dos líneas de producción de PSA Vigo donde se ensamblan furgonetas, monovolúmenes, sedanes y el nuevo todocamino (dcha).
La reactivación de la actividad los fines de semana arrastra también a la industria proveedora de componentes
nnn Primer fin de semana con actividad en PSA Vigo en los últimos tres meses. Hoy se reincorpora a la fábrica el cuarto turno con cerca de 600 trabajadores, con lo que la factoría pasará a tener a más del 80% de la plantilla en activo, cerca de 6.000 operarios, y desactiva más el ERTE por fuerza mayor que aún tiene en vigor.
Y lo hace en tiempo récord -un mes- mejorando las previsiones que tenía en su planificación que pasaba por un periodo de entre 8 y 10 semanas. No obstante, la normalidad todavía no ha se alcanzado ya que el ritmo de producción ha bajado ligeramente y se han incrementando las pausas de descanso como medida preventiva anti-Covid. El equipo de fin de semana que se estrena hoy lo hará sólo en una línea de montaje (en el sistema 2, el de las furgonetas y monovolúmenes) ya que el de la línea 1 (todocamino y sedanes) se iba a estrenar el pasado 19 de marzo, quedando suspendido 'sine die'. 
La planta viguesa de PSA Peugeot-Citroën/Opel está fabricando al ritmo de unos 2.000 vehículos diarios, mientras que antes del estado de alarma estaba por encima de los 2.200.
La reincorporación de los diferentes turnos se produjo más rápido de lo previsto para poder responder a las exigencias de producción ya que había una significativa cartera de pedidos pendiente desde antes del cese de actividad en marzo y también se está produciendo una reactivación del mercado del automóvil en países como Francia y Alemania. No obstante, la fábrica apela a que el contexto de fabricación dependerá de la capacidad de recuperación del mercado de venta de automóviles en Europa, donde hay bastante incertidumbre. De ahí, la aprobación de un nuevo ERTE hasta final de año al que la factoría recurriría en caso de baje la producción y una vez finalice el de fuerza mayor que todavía tiene en vigor. 
La mayor carga de trabajo en PSA Vigo arrastra a buena parte de la industria auxiliar gallega que tiene en el fabricante francés a su principal cliente. Las empresas de componentes de automoción también han ido desactivando los ERTES de manera paultina a medida que incorporan a los trabajadores, si bien la actividad aún está a 'medio gas' ya que dependen de otros fabricantes europeos. Las auxiliares ya están planteando nuevas regulaciones de empleo para afrontar el segundo semestre, algo que los sindicatos esperan que ocurra en todo el sector dada la incertidumbre existente.n

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