La producción de coches en España se desploma un 25% por los ‘chips’

Una imagen de archivo de la factoria Stellantis, en Vigo.
photo_camera En la factoría de Stellantis Vigo se dejaron de fabricar cerca de 90.000 coches en lo que va de año.
Cuatro de cada diez proveedores de automoción tiene desabastecimiento de semiconductores

La producción de coches en España acumula una caída de un 25,3% en lo que va de año que fue especialmente brusca en los dos últimos meses con un descenso de un 40%. Es la factura que deja la escasez mundial de microchips que, unido a la falta de otros componentes, el encarecimiento de las materias primas y el aumento de los costes energéticos y logísticos deja  una crisis sin precedentes en la automoción. “Lo que parecía un desequilibrio coyuntural se ha convertido en el escenario para los próximos 10-12 meses”, indica la patronal nacional de fabricantes automovilísticos, Anfac, que apunta a que el mercado de los chips no se reestablecerá hasta el segundo semestre de 2022. 

La caída de la producción -con respecto a 2019 porque en 2020 hubo un gran parón por el estado de alarma- deja un descenso de las exportaciones de un 20,7% en los ocho primeros meses del año y la venta al extranjero de coches ‘made in Spain’ se redujo un 32,4% en este periodo.

En la factoría de Vigo el impacto es de cerca de 90.000 vehículos que se dejaron de fabricar desde principios de año por la falta de semiconductores, lo que ha llevado a la planta a suspender de manera temporal uno de sus turnos, una medida que están aplicando varias plantas automovilísticas en nuestro país junto con la paralización de la producción y nuevos ERTES como el de Seat.

La patronal nacional de empresas proveedoras de automoción, Sernauto, advierte de la “compleja situación” que atraviesa la industria auxiliar “lo que dificulta la recuperación económica y empeora las previsiones para este año”.  Las compañías del sector constatan una subida de precios en materias primas como plásticos, productos químicos, metales férreos y cartones y embalajes y cuatro de cada diez proveedores afirman que tienen desabastecimiento de microchips. En términos de facturación, el sector de componentes apunta a un aumento de un 6% respecto a 2020 y mantener el empleo si bien este año esperaba recuperar lo perdido el pasado. “Dadas las circunstancias no se prevé una recuperación hasta, al menos, mediados de 2022”.

Te puede interesar