Vigo tenía ganas de feria. Se notaba en los pasillos de Ifevi, también en los accesos desde la autopista con colas de casi una hora para llegar al entorno de Peinador. Con la apertura de las puertas a las 10 de la mañana, los más madrugadores comenzaban a entrar en el recinto ferial blindado por la Policía Local y con un riguroso control anticovid. “Certificado de vacunación, por favor" (o en su caso un resultado negativo de PCR) pedían a la entrada para a continuación medir la temperatura.
Y así con miles de personas que ayer ya se acercaron a Conxemar en su primer día. “Es una feria segura”, indicaba el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que auguró “un gran éxito” al evento.
Sin paseíllo de las autoridades
Las autoridades no hicieron el tradicional paseíllo por los expositores de la feria en los que todos los años hacían parada para catar sus productos y conocer las novedades. “Por cuestión de seguridad no lo haremos, no toca", decía Feijóo acompañado de la conselleira do Mar, Rosa Quintana.
Conxemar tuvo que rediseñar el interior de las instalaciones de Ifevi para adaptarlo a las circunstancias covid con una ampliación de los pasillos hasta los 4 metros para mantener la distancia de seguridad. También estableció itinerarios para dirigir la circulación de los asistentes, algo que a medida que avanzaban las horas se cumplía a medias.
