El parón de Metalships, Vulcano y Ganomagoga agitan al sector

Ganomagoga está en concurso de acreedores y sin actividad y los astilleros Vulcano y Metalships sin construcción naval.
photo_camera Ganomagoga está en concurso de acreedores y sin actividad y los astilleros Vulcano y Metalships sin construcción naval.
Empresas referentes de la industria viguesa se enfrentan a ventas, concursos de acreedores y pérdida de empleo 

El parón prolongado de construcción naval en dos de los grandes astilleros de Vigo, Metalships y el antiguo Vulcano (hoy San Enrique), genera preocupación en la industria metalúrgica, dondo estas dos factorías generaban en su día miles de empleos. Hoy en día las dos instalaciones tienen un volumen muy bajo de carga de trabajo y empleo y un futuro incierto. 

Metalships llevó a cabo recientemente una nueva oleada de despidos, siete trabajadores, que alcanzan la treintena si contamos los últimos años. La empresa padece una delicada situación financiera -arrastra pérdidas económicas desde 2016- y sobrevive con obras de reparación de buques. Es uno de los grandes astilleros de la Ría que en su día llegó a generar 700 puestos de trabajo indirectos con la industria auxiliar a la que daba trabajo con los barcos de grandes dimensiones que construía. 

Muy poco movimiento se ve también en la antigua factoría Vulcano, instalada en Teis, que tuvo un amago de reinicio de actividad naval con reparaciones y obras de mantenimiento de barcos y la fabricación de un túnel climático de viento para la automoción. Por el momento, ni rastro de buques en construcción que permitan crear empleo. Su plan de negocio sigue en marcha y también el de inversión, que tendrá que cumplir en los próximos meses o peligra la concesión portuaria. Mayo de 2024 es la fecha límite que tiene Marina Meridional, dueño del astillero denominado ahora San Enrique. 

La caída de Ganomagoga fue un mazazo para la industria gallega que vio cómo el grupo eólico se paraba de un día para otro y entraba en concurso de acreedores por insolvencia económica. Las instalaciones de todas las filiales en Ponteareas, Mos, Porriño y Vigo están sin actividad y sus cerca de 200 empleados afectados por un ERTE que está punto de finalizar. La empresa principal apunta a una salvación de la mano de dos compañías que presentaron ofertas para darle continuidad. Son la ourensana GRI Towers y la leonesa Emobi, pendientes de una decisión judicial que permitiría rescatar a medio centenar de trabajadores. 

Otra compañía referente ubicada en la comarca viguesa que padece un futuro incierto es Maderas Iglesias, que recientemente entró en fase de liquidación. La empresa ubicada en O Porriño, líder en España en fabricación de tarima flotante, tiene dos propuestas sobre la mesa para reflotar la actividad, si bien ninguna garantiza la continuidad del cien por cien de la plantilla formada por 165 personas. La empresa entró en liquidación tras una resolución judicial que así lo requería por una reclamación presentada por la banca acreedora. Precisamente son las entidades financieras propietarias de la mayor parte de la deuda que contrae Maderas Iglesias las que deberán autorizar la operación de compraventa. 

La que quebró dejando en la calle a cerca de 300 trabajadores en Galicia, muchos de ellos en Vigo y su área, fue la empresa de congelados Hiperxel. El año pasado entró en concurso, tuvo un amago de reflote, pero la compañía acabó cerrando todos los establecimientos y la plantilla en la calle poniendo fin a más de tres décadas de actividad.

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